Falleció Jorge Olivera, el mecánico baleado en barrio San Martín

Falleció en las primeras horas del día de hoy en el Hospital Regional. Jorge permanecía en terapia intensiva asistido en forma mecánica con respirador y con la bala aún alojada en la parte frontal de su cabeza. Olivera fue baleado en la tarde del jueves mientras se encontraba en su taller ubicado en la intersección de las calles San Martín y Las Rosas del barrio San Martín.


El joven mecánico estaba acompañado de un amigo, y su hermano menor de edad, trabajando en un vehículo. Los testigos señalaron que se acercó un Peugeot 206 de color oscuro y que desde ese auto, un integrante de la familia Nieves le habría efectuado al menos tres disparos, uno de los cuales impactó de lleno en la cabeza de la víctima.
Este amigo y un vecino lo trasladaron de urgencia al Hospital, pero la gravedad de la lesión determinó que su estado sea muy delicado y que se encuentre por estas horas peleando por su vida.

Un ataque irracional

Hay que decir que después de los primeros testimonios y la evidencia colectada, la Brigada de Investigaciones allanó tres domicilios del clan Nieves, y en una de estas viviendas encontró el auto presuntamente utilizado en el ataque y fue secuestrado. Pero no pudieron encontrar el arma con la que le dispararon. Tampoco se encontraba en estos domicilios el sospechoso, uno de los menores de esa familia que permanece oculto, tal vez en una de las muchas viviendas que los Nieves ocupan en distintos puntos de la ciudad.

Con el transcurso de las horas se conocieron los motivos que habría detrás del ataque al mecánico. Se supo que hace unos días Nieves se presentó a pedirle que le arregle el auto, pero Olivera se habría negado porque ya le había efectuado un arreglo que no le habían pagado. Esta sería la razón por la que el agresor desaprensivamente y sin más razón que la venganza le habría disparado, logrando herirlo en la cabeza.

La fiscal Cecilia Codina que intervino en las primeras diligencias, le solicitó a la juez penal Gladys Olavarría la detención del sospechoso, por lo que ya fue librado el pedido y transmitido a todas las unidades. Desde el día de ayer, la causa está en manos del fiscal general Martín Cárcamo.