Coherencia y sentido común: algunos colectivos volvieron a la “normalidad”
Durante los meses que lleva la pandemia el viajar en los transportes públicos no ha sido lo más gratificante para los usuarios. El “protocolo” impuesto da cuentas que el chofer debe ir protegido de todos los pasajeros y para eso le pusieron una especie de nylon grueso transparente.
A su vez, los pasajeros subían y descendían por la puerta lateral trasera y luego caminaban hacia la parte del asiento del chofer donde se encuentra la máquina de SUBE para marcar el pago del pasaje.
Ni hablar cuando entre esos 6 o 10 pasajeros ascienden 2 o 3 personas de avanzada edad, que tienen prioridad, aunque les cueste ascender el escalón de la puerta trasera que es más alto que el de adelante. Hay mucho roce de cuerpos y codos. Y ni hablar cuando arrancó todo allá por fines de marzo cuando todavía había muchos escépticos o directamente insensibles y nula solidaridad para con los demás, que subían sin barbijos o tapabocas.