La hija de la murga
El primer redoblante marca el ritmo y a Thiara se le iluminan los ojos. Los pies se empiezan a mover casi involuntariamente, los brazos danzan y empieza a dibujar una armonía de pasos muy propia, única, insuperable…
Thiara tiene 17 años, pero baila mucho más tiempo de lo que dice el documento. ¿Raro, no?. Sucede que ella ya bailaba desde el vientre de su madre, porque Natalia danzó en carnavales estando embarazada.
Fueron 90 almas bajando la Namuncurá, cargando la previa de la Corrida con mucho colorido. Ese celeste y blanco bien argentino y futbolero, para mostrar pertenencia con lo nuestro.
Sonidos de redoblantes, surdos, repiques, matracas, trompetas, acompañaron a adultos y bebés de menos de un año que también brillaban con los trajes murgureos.
Mucho tiempo de ensayo para un cuarto de hora cargado de cultura, de resplandor, de pasión por lo que se hace. Así lo marcan esos 16 trompetistas que aprendieron en los talleres de la Batucada Comodorense y el casi centenar de componentes que espera la Corrida de Crónica.
Como, Thiara, la hija de la murga, que aguarda el mayor espectáculo deportivo de la Patagonia, como el atleta mejor preparado del mundo.