2019-07-15

La esperanza en una nueva cumbre

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, según sus siglas en inglés) manifestó en un documento su preocupación por que la Declaración de los Líderes del G20 reunidos en Osaka para analizar el crecimiento económico no coloque al medio ambiente o los servicios de los ecosistemas en el centro de la estabilidad económica y financiera.



Existe una creciente evidencia de que la naturaleza está en declive como nunca antes, un creciente reconocimiento de que los riesgos ambientales representan la amenaza más grave para la economía global y una advertencia de que cuanto más esperemos para evitar la catástrofe climática, más costoso será. El informe de la IPBES de la ONU del mes pasado es un llamado para aclarar que los sistemas naturales de la Tierra están operando en rojo. Y, sin embargo, los líderes del G20 todavía no están actuando para abordar estas crisis interrelacionadas.

La naturaleza vale cada año un estimado de 125 billones de dólares para la economía mundial y es nuestro aliado más fuerte para enfrentar el cambio climático, el desafío global más apremiante de nuestros tiempos.

Necesitamos invertir en lugar de agotar el capital natural que nos sustenta, haciendo todo lo posible para brindar bienestar y prosperidad cuidando los preciosos sistemas naturales de nuestro planeta.

Todavía es científica y técnicamente posible restaurar la naturaleza, cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y evitar un cambio climático peligroso, pero ese mundo solo es posible si las personas y la naturaleza prosperan juntas.

En este contexto, es alentador que los líderes del G20 hayan anunciado la Visión del Océano Azul de Osaka, incluido el objetivo de eliminar la fuga de contaminación plástica hacia nuestros océanos para el año 2050.

WWF celebra la afirmación de que solamente reduciendo la contaminación plástica a cero es suficiente para evitar enormes impactos ambientales, sociales y económicos.

La introducción de un objetivo a nivel internacional es un primer paso significativo en la respuesta global a la crisis de la contaminación plástica y proporciona una dirección importante a los esfuerzos tanto de los gobiernos como de las empresas. Sin embargo, todavía necesitamos ver una acción más rápida para nuestro planeta. Es necesario plantear el objetivo global de eliminar la filtración de plástico hacia nuestros océanos para el 2030. Además, WWF insta a los líderes gubernamentales a iniciar de inmediato negociaciones para un nuevo tratado para combatir la contaminación plástica marina, como una consecuencia natural hacia un nuevo objetivo global.

“Lo que necesitamos ahora es una acción urgente en respuesta a los desafíos ambientales interrelacionados que enfrentamos. Si bien la mayoría de los países del G20 han reafirmado su compromiso de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, WWF insta firmemente al grupo, que posee el 85 por ciento del PIB mundial, a comprometerse a entregar contribuciones más ambiciosas determinadas a nivel nacional antes de 2020 y que las anuncie ante la Cumbre de Acción Climática de las Naciones Unidas prevista para el 23 de septiembre en Nueva York”. WWF también pide a los líderes mundiales que aseguren un compromiso internacional para detener y revertir la pérdida de la naturaleza. “Necesitamos un Nuevo Acuerdo para la Naturaleza y las Personas tan completo y ambicioso como el Acuerdo de París sobre el cambio climático, que ponga a nuestro mundo natural en el camino de la recuperación”, sostienen.


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