El regreso es una probabilidad, no una confirmación

Desde el jueves 8 de este mes, el deporte comodorense se detuvo en su faz competitiva. El lapso enunciado hizo referencia a 14 días, aunque nada está confirmado. Todo dependerá de la situación sanitaria de la ciudad y la provincia. La segunda ola debe ser la frase más enunciada en los últimos 30 días en nuestro país.

Luego del confinamiento que se presentó desde marzo de 2020, cuando el COVID-19 asomó por estas tierras, se creó un escepticismo muy lógico. En aquella oportunidad, se supuso una reclusión momentánea. Pero terminó siendo apenas la punta del ovillo de lo que sucedió posteriormente.

Las cuarentenas se fueron sucediendo hasta generar un estado de ánimo que evidenció un impacto muy fuerte en toda la sociedad. Ese antecedente es el que muchos suponen, podría presentarse nuevamente. Tal vez no con la amplitud de aquella primera vez, pero sí con otra probable extensión.

El deporte en Comodoro estaba en plena expansión, con disciplinas que se fueron soltando poco a poco hasta llegar a un marzo bien cargado de actividades.

Nuestra ciudad es una de las más prolíficas en materia deportiva y en consecuencia, el Decreto Provincial que determinó la interrupción de la actividad competitiva tuvo un efecto fuerte.

Las opiniones en desacuerdo se sucedieron en las redes sociales, pero el entendimiento de que es necesario por la realidad sanitaria, ocupó un espacio también importante.

Esencialmente, lo que se apunta es a que si se presenta el retorno en tiempo estipulado, haya un respeto más intenso a los protocolos establecidos.

Este segundo capítulo, un año y un mes después de aquella atravesó el primer fin de semana y extraoficialmente, se conoció que el viernes que viene habrá una reunión entre el Ente Comodoro Deportes y los dirigentes que tratará la situación y se trazará una perspectiva como para que la conclusión de los 14 días se confirme el viernes 23 de este mes.

El optimismo está vigente, pero no debe dejarse a un costado la probabilidad de una decisión diferente a la que una gran parte de la ciudad espera.

La segunda ola está en el país, el ruego es que en la ciudad no se manifieste con la fiereza que provoque un retroceso al gran deseo de volver a estar lo más cerca posible a la normalidad.