La nueva normalidad y la realidad del Colegio Deán Funes en el contexto pandémico

Andrés Quezada se refirió a cómo están adaptándose a “la nueva normalidad” en el histórico colegio de esta ciudad, fundado en el año 1929 por la orden salesiana. El entrevistado resaltó que, con el contexto pandémico todavía vigente, hay muchas cosas que necesariamente tuvieron que cambiar en la institución. Además, habló sobre la realidad económica de la escuela salesiana y señaló que, si bien la situación no es mala, la pandemia, junto a la falta de pago de sueldos, fueron algo que impactó de lleno en la economía del colegio.



“Es muy difícil enfrentar este contexto que nos toca. La situación es bastante incierta, y en esto de que el virus circula comunitariamente, los chicos obviamente no están aislados.

Esta nueva normalidad, lo que implica, por un lado, es tener un protocolo sanitario muy aceitado, y en cuanto a la actividad escolar, tenemos que tener una comunicación permanente con las familias.

Remarcamos constantemente que los chicos no tienen que ir a clases si tienen síntomas o si están enfermos. Hace tres años, si a un nene le dolía la panza, llamábamos a sus padres para que lo retire. Hoy, si a un nene le duele la panza, llamamos a su mamá para que lo busque, pero eso también implica que el chico en cuestión y el resto del curso no puede tener clases por varios días”, puntualizó el director general y representante legal del Colegio Salesiano Deán Funes sobre la situación que se vive por estos días en el colegio.

El impacto económico de la pandemia y la falta de pago de sueldos

Los colegios católicos presentes en Comodoro tienen una modalidad que se conoce como “públicos de gestión privada”. En concreto, lo que hay que saber para analizar esta parte de la entrevista, es que los sueldos de los docentes son abonados por el gobierno de la provincia.

Si bien las familias pagan una cuota mensual, el salario del personal docente es una responsabilidad del Ejecutivo provincial. Consultado por este tema, Andrés Quezada no negó las dificultades que tuvieron que atravesar en el último tiempo, pero fue positivo al plantear que, al día de hoy, tienen estabilidad económica.

“Las instituciones salesianas hemos compartido un problema mixto. Desde Provincia no nos pagan los sueldos, estamos entrando al mes de abril y nos deben el sueldo de enero, febrero y marzo. Además, junto con esto se sumaron las complicaciones económicas de las familias. Había gente que habitualmente pagaba la cuota, pero a partir del aislamiento hubo cambios.

Por ejemplo, aquellos que trabajan en el rubro petrolero empezaron a cobrar menos, entonces teníamos muchas personas en situación de morosidad. El año pasado teníamos un doce por ciento de familias becadas, y ahora muchos se han sumado a las becas, y esto tiene que ver con un tema de que las jornadas de trabajo se han visto reducidas, que cobran menos o que se han quedado sin trabajo.

Esto, obviamente impactó en la economía del colegio. Salesianamente, nosotros siempre fuimos de la idea de que la cuestión económica no tiene que ser un impedimento para que el chico estudie. De todos modos, gracias a Dios tenemos un cierto equilibrio hasta la fecha, un poco en rojo, pero vamos llevando la situación”, explicó.

Cómo las mujeres van transformando paulatinamente al Deán Funes

Históricamente, el Colegio Salesiano Deán Funes tuvo cupo en forma exclusiva para varones. Incluso, en años anteriores, cuando se planteó la posibilidad de abrir las inscripciones para mujeres, la idea fue rechazada casi de plano. Sin embargo, el año pasado finalmente se materializó la posibilidad para que las niñas ingresaran a la institución.

Esto representó un cambio profundo, que necesariamente planteó un cambio de esquema en varios aspectos. Sobre este tema, Andrés Quezada sostuvo que “fue algo muy positivo, algo que se tendría que haber hecho antes. Los cambios, según cómo se tomen, generan crisis o crecimiento, y en nuestro caso, yo creo que las mujeres nos han dado más vitalidad”.

El director general del colegio reveló un dato inédito, algo que fue encontrado no hace mucho tiempo atrás. Investigando en los archivos de la escuela, encontraron un acta del año 1932, que cuenta que en la escuela, durante ese año se dieron cursos para mujeres.

“Tenemos el acta, es casi ilegible, el papel está muy deteriorado. En un momento dado, esto fue dejado de lado y se volvió a lo tradicional, es decir, solo varones. Creo que es algo bueno esto, el año pasado, antes de que empezara la pandemia, fue muy lindo ver a los chicos y las chicas jugando juntos a la rayuela en el patio. Sin dudas genera un cambio y una manera distinta de encarar las cosas”, concluyó.