“Teníamos fuego a ambos lados de la ruta y a pocos metros, se veía impactante”

El fotógrafo Matías Garay recorrió la zona del incendio donde tomó imágenes del fuego, el trabajo de los brigadistas y la situación de los vecinos que perdieron sus casas y animales.
Matías Garay es un reportero gráfico que reside en Bariloche y en la noche del martes viajó junto a un colega para la zona del incendio para captar algunas imágenes y testimonios de la catástrofe.
“Cuando me enteré del incendio viajé para allá, soy reportero gráfico y cubro todas estas noticias que tienen impacto nacional e internacional” cuenta a Crónica luego de retornar a Bariloche. Garay trabaja para un medio de la zona y también vende sus fotografías a medios nacionales y agencias de otros países, en este caso cuenta que le compraron fotos las agencias AP, Reuters y DPA, además de Greenpeace.

“Subí algunas fotos a mis redes sociales y en menos de 24 horas tuvo más de un millón de visitas” dice sorprendido por la difusión que tiene la noticia en internet, y asimismo recuerda que hay campañas solidarias en diferentes lugares del país. “Ojalá que esas cosas lleguen, hay que tener cuidado con los vivos de siempre que aprovechan la oportunidad para que depositen plata en alguna cuenta para ayudar y por ahí no lo es” advierte.

“Había mucho fuego por todos lados”

Sobre su experiencia relata: “llegué el día que se originó el incendio, por la noche, eran las 11 u 11:30, había mucho fuego por todos lados, a ambos costados de la ruta”. Los incendios afectaron a varias localidades de la comarca andina; “yo estuve en la zona de Las Golondrinas y El Hoyo donde los focos fueron más chicos pero causaron más daños que en otras zonas donde el incendio es más grande.

Más daño a nivel material” señala, dado que se trataba de zonas pobladas donde se estima que el fuego arrasó con más de 150 viviendas.

“Llegué a la noche, no se veía mucho porque estaba toda la luz cortada ya que el tendido eléctrico se había quemado, estuvimos recorriendo toda la zona sacando fotos de casas, objetos que estaban con fuego, los cerros.

Terminamos de laburar a eso de las 4 de la mañana, fuimos a El Bolsón para poder mandar ese poco material que teníamos a los medios –debido a que en los otros sectores no había señal– y nos acostamos un rato en el auto. A eso de las 6 de la mañana arrancamos de nuevo, ya para ver qué había dejado el fuego, para hablar con algún vecino y brigadistas”.

Sin embargo lo que se encontraron los sorprendió, los restos de un incendio que todavía continúa activo y que destruyó las pertenencias de cientos de vecinos. “Volvimos a la zona y quedamos impactados porque lo que a la noche no se veía, de día se veía muy claro, y es lo que reflejan las imágenes: autos quemados, el cuartel de la Brigada de Incendios quemado por completo, casas quemadas, animales; te da una tristeza muy grande”.

Los incendios de todas las temporadas

En la comarca andina la temporada de verano se mantiene el alerta por los incendios, ya que siempre surgen, mayoritariamente se sospecha, por acción intencional y se avivan debido a las condiciones climáticas: escasas lluvias, vegetación seca, pinos de fácil combustión, altas temperaturas y vientos.

Pero detrás de los incendios están las dudas de quién los provoca y por qué motivos, y al no haber una respuesta clara surgen distintas versiones y teorías. “Hay varios rumores como siempre en todos los incendios” dice Garay, y menciona “sé que uno de los incendios se originó con un cortocircuito en un transformador y al estar todo muy seco porque hace mucho tiempo que no llueve, se originó el incendio.

Después hubo otros que no se sabe como arrancaron, si te ponés a pensar en la zona geográfica del lugar, si el incendio se originó acá, ¿por qué se está prendiendo fuego allá que no tiene nada que ver?, entonces ahí entran las dudas y empiezan los rumores” señala.

Garay también trabajó durante el incendio que se desató en El Bolsón en enero y febrero, y en comparación destaca que en este caso estaba claro cuál fue el origen por distintos indicios que se podían ver en el lugar del “famoso asado”. El fotógrafo comenta que trabajó en la cobertura fotográfica de varios incendios “pero hace bastante, porque no había tan grandes”.

Asimismo relata: “trabajé en el anterior que fue en cascada de Nahuelpán y la Cuesta del Ternero, y ahora me tocó este. Comparado con el otro este se veía muy cerca, teníamos fuego a ambos lados de la ruta y a pocos metros, se veía impactante, además ese día corría mucho viento y eso aumentaba el nivel de las llamas, el humo, todo”.