Largas horas de vigilia y nerviosismo en Chile por un alerta de tsunami que no se produjo
Luego de que Nueva Zelanda sufriera un violento terremoto que alcanzó los 8 grados en las islas Kermadec, varios países americanos advirtieron sobre la posibilidad de un tsunami, incluido Chile, vecino país que emitió un alerta roja ante la posibilidad del movimiento marino como consecuencia del sismo.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC) emitió el jueves una alerta de maremoto en todo el Pacífico después de que un terremoto de 8,1 grados de magnitud se produjera cerca de las remotas islas Kermadec de Nueva Zelanda, tras dos potentes temblores anteriores destacándose que, “basándose en todos los datos disponibles, se pronostican olas de tsunami peligrosas en algunas costas”, había advertido el organismo estadounidense.
Debido a ello, Chile anunció que declaraba “alerta roja” por la amenaza de un tsunami en su costa, realizando proyecciones de horarios y zona donde se afectaría la costa, de acuerdo al avance del océano sobre los sectores de playa.
Con los anuncios dados a conocer, y si bien no se registró pánico en los municipios costeros, sí hubo nerviosismo y una tensa vigilia durante toda la madrugada y mañana del día de ayer, viernes, ante el eventual avance del mar sobre la costa que llegó, incluso, a suspender el servicio de barcaza de la Transportador Austral Broom, transporte que conecta al continente con varias islas en el Estrecho de Magallanes.
El alerta de la Oficina Nacional de Emergencia de Chile (ONEMI), que finalmente levantó el alerta sobre el mediodía de ayer al no producirse el movimiento de agua tras el violento terremoto en Nueva Zelanda, proyectaba la llegada del tsunami en diferentes horarios y en distintos lugares de su extenso litoral marino, ordenando la evacuación de los sectores de playa que incluía la costa de la vecina región de Aysén.
