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La vida en torno al fuego

viernes 05 de marzo de 2021
La vida en torno al fuego
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Científicos del CONICET encabezaron una publicación que aporta información sobre diferentes aspectos de la vida y la organización espacial de grupos neandertales que habitaron una cueva de la Península Ibérica.



(Por Alejandro Canizzaro) Cuando salta la primera chispa y la madera comienza a arder, un grupo de neandertales se acomoda alrededor del fuego, dentro de la cueva. Cuando queda vacía, mamíferos de gran tamaño, como osos de las cavernas y hienas, se refugian hacia el interior. Esta rutina es repetida, siempre de la misma forma, durante siete mil años, por los sucesivos moradores que la ocupan de forma alternada. Heidi Hammond y Leandro Zilio, investigadores asistentes del CONICET y de la Facultad de Humanidades y Sociales de Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), Sede Esquel -, participaron de una investigación que permite comprender cómo neandertales y algunos animales carnívoros, hace alrededor de cincuenta mil años atrás, se organizaron espacialmente para desarrollar sus actividades, dentro de la cueva de Teixoneres (Moiá, Barcelona, España).

“A través de un software que permite sistematizar y ordenar espacialmente todos los datos de la localización de los materiales que se registraron durante quince años de campañas, fue posible reconocer la presencia de un patrón espacial en la distribución de los más de treinta y ocho mil hallazgos arqueológicos. Pudimos inferir que muchas de las actividades cotidianas llevadas a cabo por los grupos neandertales se desarrollaban alrededor del fuego. La presencia de los diversos materiales, tales como restos óseos de fauna y herramientas de piedra en los mismos espacios que se encendieron fuegos, revela una organización social de las actividades, lo que constituye una evidencia de la existencia de espacios domésticos entre los grupos neandertales durante el Paleolítico medio”, asegura Zilio.

El trabajo, publicado en la revista Scientific Reports del grupo Nature, destaca que entre los materiales analizados se encuentran restos óseos de fauna característica del Pleistoceno Superior, que incluye ciervos, caballos, uros, corzos, rinoceronte lanudo y mamut; así como también material lítico (de piedra), como las puntas de lanza elaboradas en sílex y cuarzo, herramientas definidas como Musterienses.

La cueva, que tiene una extensión de entre cinco y siete metros de ancho y treinta de profundidad, ha sido ocupada de una forma por los neandertales y de otra por los carnívoros que la habitaron. “Analizamos una capa de alrededor de 50 mil años de antigüedad y pudimos concluir que durante un lapso de por lo menos siete mil años, los grupos neandertales ocuparon el sitio de la misma manera: en torno a un fuego dispuesto en la entrada de la cueva. El ordenar nuestras actividades cotidianas en torno al fuego es también habitual en nuestra especie. Nuestra especie, Homo sapiens, se ha reunido por milenios, y aún lo hace, alrededor de un fuego”, afirma Hammond.

La riqueza de restos de fauna encontrados en el sitio es muy grande. Pudo inferirse, según el análisis realizado, que ciervos rojos y caballos fueron las presas más consumidas por los neandertales.

Según indican los arqueólogos, que participaron por primera vez en una excavación en la cueva de Teixoneres en el año 2010, este trabajo demandó un esfuerzo gigante para separar e identificar, uno por uno, cada hueso hallado. Los huesos suelen presentar marcas. Algunas, por ejemplo, producidas por herramientas de corte o raspadores, otras por mordidas o quemaduras producto de haber cocinado a la presa. Este análisis exhaustivo nos permite diferenciar la fauna procesada por los neandertales y aquella consumida por los carnívoros”, explica Zilio

La investigación de la que participa un equipo internacional de especialistas de distintas disciplinas, forma parte del proyecto “Neandertals i carnívors: una història compartida”, dirigido por Ruth Blasco, Jordi Rosell y Florent Rivals, miembros del IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social) de la ciudad de Tarragona, España.

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