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“Conocer la Antártida es un orgullo”

domingo 03 de enero de 2021
“Conocer la Antártida es un orgullo”

El suboficial principal de mar Mario Eduardo Pérez es el suboficial de Unidad del aviso ARA “Puerto Argentino”, que se encuentra realizando una nueva edición de la Patrulla Naval Antártica Combinada (PANC) junto a la Armada de Chile. Con una extensa carrera donde prima el esfuerzo, agradece a la Armada Argentina “por permitirme cumplir el sueño de conocer el continente blanco”.

El suboficial principal Mario Pérez, oriundo de Puerto Madryn (Chubut), se desempeña como suboficial de unidad a bordo del aviso ARA “Puerto Argentino”. Con una carrera naval que lo llevó por diferentes destinos en la Armada Argentina, sigue esforzándose siempre al máximo para que los objetivos se cumplan. Destaca que el respeto, la voluntad y la incitativa son tres cualidades que deberían tener toda persona y, aún más, un militar.

Actualmente, con más de 30 años de servicio, el suboficial pudo conocer el continente blanco a través de la Patrulla Naval Antártica Combinada (PANC), que la Armada Argentina realiza en cada verano austral junto a la Armada de Chile. Casado con Daniela y con tres hijos –Maribel, Lucas y Milagros– está radicado en Punta Alta, ciudad cercana a la Base Naval Puerto Belgrano, donde formó su hogar.

Conoció la Armada a través de su padre, un marino que tenía un gran cariño por la Institución. “A pesar de que él no hablaba mucho de su trabajo en particular, me ha llevado a recorrer los buques y allí sentí la primera atracción” dijo. Perico, como le dicen sus más allegados, es el mayor de 10 hermanos.



Cuando Mario era adolescente, su padre sufrió un accidente en actos del servicio. Siendo suboficial segundo de mar, fue uno de los 11 tripulantes que se hundió en el Vehículo Anfibio a Rueda (VAR) 08 en la ría de Bahía Blanca. A pesar del trágico accidente que marcó su vida, Mario Pérez supo que la Armada sería su destino.

A los tenía 17 años decidió ingresar a la Institución. “Me fui a inscribir a la Delegación Naval de Bahía Blanca. Allí me dieron la fecha en la que debía presentarme en Buenos Aires. Por suerte había muchos chicos de mi barrio de Punta Alta que también se habían anotado, aunque para mí era toda una aventura porque no conocía Buenos Aires”, relató.

Fue a la estación de trenes de Bahía Blanca y allí comenzó el viaje que lo llevó a la Escuela de Suboficiales de la Armada. “Comencé a estudiar y me adapté rápido a la vida miliar. En el momento de designar las especialidades me tocó la de peluquero y me desilusioné un poco porque me interesaba alguna que esté relacionada con los buques, quería ser artillero o de mar. Egresé como primero de promoción de la especialidad, que fue un gran honor; aunque sabía que mi pasión eran los buques” contó.

Su primer destino en la Armada fue el buque hidrográfico ARA “Puerto Deseado”. “Me presenté con la incertidumbre de experimentar algo nuevo. Allí comencé a trabajar en la peluquería. Pero como éramos dos peluqueros me daba tiempo de colaborar con otras tareas del buque y las que más me gustaban eran las de la especialidad de Mar. A partir de ese momento empecé a pedir el cambio de especialidad”, comentó el marino madrynense.

Pasaron dos años y fue trasladado a la División de Corbetas. Luego fue destinado al buque de desembarco de tanques ARA “Cabo San Antonio” donde logró lo que tanto anhelaba: el cambio de especialidad.



“Fue una alegría enorme saber que había conseguido tener la especialidad que tanto quería y sentir que finalmente podría desarrollar a lo largo de mi carrera la atracción que sentía de chico por los buques.”

Luego, fue trasladado al cazaminas ARA “Formosa”. El suboficial recuerda mucho este destino, porque al ser pocos de la especialidad logró aprender y experimentar las maniobras marineras.

Desde allí fue trasladado al buque insignia de la Armada Argentina, la fragata ARA “Libertad”, donde realizó dos viajes de instrucción alrededor del mundo. “Fue un orgullo enorme para mí porque era un buque con mucho prestigio y con muchas tareas para la gente de mi especialidad. Además de ser una etapa de aprendizaje me hizo conocer muchos lugares del mundo”, enfatizó.

Seguidamente, el suboficial Pérez fue destinado a la corbeta ARA “Rosales” y luego cumplió funciones en la Base Naval Puerto Belgrano.

Cuando a fin de ese año salieron los traslados, lo vivió con mucha alegría, por haber vuelto a los buques –en esta oportunidad al aviso ARA “Alférez Sobral”– y porque desempeñaría el cargo de Contramaestre. “Sabía que era una responsabilidad enorme, pero estaba con muchas ganas de asumirla y dar lo mejor. Fue una gran experiencia poder conducir y transmitir enseñanzas a los cabos más jóvenes”, expresó.

El aviso se encontraba en la ciudad de Ushuaia, así que Pérez trasladó a su familia y comenzó a desempeñarse en su nuevo destino. Allí estuvo tres años, dos como Contramaestre y uno en la Agrupación de Lanchas Rápidas.

Después de su paso por el sur, Perico nuevamente fue de pase a la fragata, en esta ocasión como contramaestre del palo mesana.

Al finalizar el segundo Viaje de Instrucción fue destinado al aviso ARA “Teniente Olivieri” también como contramaestre. Tras cambiar de apostadero a Ushuaia, asumió el cargo de suboficial de Unidad; luego lo destinaron a la Agrupación de Lanchas Rápidas en donde se desempeñó como suboficial de Destino.

Después de hacer el Curso de Ascenso de Suboficial Primero a Principal en Puerto Belgrano, volvió a Ushuaia, donde asumió el cargo de Suboficial de Unidad de la lancha ARA “Intrépida”.



Finalmente, regresó una vez más a Puerto Belgrano, al Destacamento Naval de Playa, con el cargo de Contramaestre. Allí, tras realizar el curso, ejerció como Suboficial Jefe de Cargo.

El “Puerto Argentino” como Buque de Servicio Antártico


El actual destino del suboficial Pérez es el aviso ARA “Puerto Argentino” que se encuentra desarrollando la Patrulla Antártica Naval Combinada. Luego de efectuar las comunicaciones correspondientes con el OPV “Fuentealba” de la Armada de Chile, el buque argentino inició la etapa Bravo de la PANC como Buque de Servicio Antártico, tarea que finalizará el 22 de enero.

La unidad de la Armada Argentina zarpó del Muelle Militar “Comodoro de Marina Augusto Lasserre” de la Base Naval Ushuaia, navegó por el Canal Beagle, cruzó el Pasaje de Drake, incursionó en algunas bahías antárticas y comenzó su misión en el continente blanco.

La función de la PANC es brindar un servicio de búsqueda, rescate, salvamento marítimo, control y combate de la contaminación, con el propósito de otorgar seguridad a la navegación, a la vida humana en el mar y contribuir a mantener las aguas libres de contaminación.

“Para mí es una bendición poder conocer la Antártida a bordo del aviso, era lo único que me faltaba en mi carrera. Estoy muy agradecido a la Armada por darme esta oportunidad”, manifestó el Suboficial de Unidad.

Bajo el comando del capitán de corbeta César Orellana, el “Puerto Argentino” cuenta con una dotación estable de 42 marinos, a los que se sumaron: personal del Servicio de Hidrografía Naval --dependiente del Ministerio de Defensa--, de Sanidad, de Servicios, de Meteorología, y buzos salvamentistas.

Para finalizar, el suboficial expresó con emoción: “A lo largo de la vida siempre se pasa por situaciones complejas y difíciles, pero la Armada siempre estuvo a mi lado, nunca me abandonó. Siempre voy a estar agradecido a esta gloriosa Institución”. Fuente: Gaceta Marinera.

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