Aguirre: “Queremos superarnos, ser hombres de bien y que la familia se sienta orgullosa de nosotros”
Hace dos años se venía gestando el proyecto solidario de panadería en la Alcaidía que se materializará esta semana comenzando la producción de unos 500 productos para ser entregados a comedores y familias carenciadas de la ciudad.
Hace dos años un grupo de diez internos de la Alcaidía Policial comenzó a impulsar un proyecto de panadería con el fin de colaborar con los menos pudientes y llegar a sectores de escasos recursos de la comunidad.
Poco a poco la iniciativa fue tomando forma bajo el nombre “Micro Emprendimiento Solidario de Panadería” siendo coordinado por personal de la institución policial, con el acompañamiento del Ministerio de la Defensa Pública circunscripción Comodoro Rivadavia, a través de las oficinas de Asistencia a Personas Privadas de su Libertad (OAPPL), representada por Lucía Pettinari, y del Servicio Social, por Romina Marcos.
El mismo fue declarado declarado de Interés Institucional por el defensor general de la provincia, Sebastián Daroca, mediante Resolución Nº 222/20 y comenzó a materializarse una vez que los internos realizaron capacitaciones, por ejemplo en manipulación de alimentos, contando con examen y certificación de ello y la proporción de donaciones de la materia prima.
Así, esta semana los internos estarán cocinando unos 500 panes dulces, budines y pastafrolas que tendrán como destino el comedor de Mirella, el comedor Mi Lugar, el Hogar de Ancianos Pablo VI y personas de bajos recursos, para que puedan contar con un presente para disfrutar de las fiestas de fin de año.
Respecto a ello, Diego Aguirre, interno del pabellón 7, en diálogo con Crónica, explicó que “somos un grupo de internos que estamos purgando largas condenas, estamos alojados en el pabellón de buena conducta y en este contexto de encierro presentamos este proyecto porque somos hombres con ganas de emprender y desde nuestro lugar aportar nuestro granito de arena” y agregó que “trabajamos duro, somos seres humanos con ganas de superarnos y seguir presentando iniciativas para ayudar a distintas entidades como hospitales, jardines, escuelas, el Hogar de Ancianos y la Casa del Niño”.
Sobre este último punto, detalló que la idea sería avanzar en el mantenimiento del mobiliario, refacción de camas, pupitres y lo que se requiera; “podemos hacer muchas cosas, queremos que crean en nosotros y nos den la posibilidad de la reinserción laboral. Que nos valoren como personas, tenemos derecho a estudiar y trabajar, hay compañeros que están terminando la primaria, secundaria e incluso estudiando en nivel terciario. Sabemos que cometimos errores gravísimos y por eso estamos acá, los pedidos de disculpas no subsanan estos errores entonces queremos superarnos, ser hombres de bien y que la familia se sienta orgullosa de nosotros”.
Para que el proyecto pudiera ser una realidad, los internos sostuvieron que el aporte del Sindicato de Camioneros, de la Mutual de Trabajadores de la Construcción, del área de Bromatología del Municipio a través de Carolina Silvestre, de la Defensa Pública a través de la defensora Lucía Pettinari y la licenciada Romina Marcos, además de la pastora Marta Serrano, fueron fundamentales para poder llegar al objetivo y la elaboración de los productos.
Prueba piloto
Respecto al tema, la defensora Pettinari detalló que “se trata de una experiencia piloto, la cual pretende convertirse en un apoyo social para los sectores que transitan condiciones de mayor vulnerabilidad económica. Comenzará por asistir espacios comunitarios, no obstante de resultar positivo se estima ampliar la colaboración hacia otras sectores, tales como salud” y añadió que el grupo de privados de su libertar intenta superar los prejuicios sociales imperantes respecto de su condición de “presos”, con el fin de constituirse en sujetos de acción, desarrollando prácticas de creación de valor que incorporan dimensiones simbólicas, subjetivas y materiales. Haciendo hincapié en el fin último de la pena contenido en la ley nacional de ejecución penal 24.660 en su art.1 y art. 101, esto es la reinserción social de la persona privada de su libertad que se haya condenada.
