Ayudó en el incendio y once años atrás fue testigo de otra tragedia
Se lo veía correr alarmado cerca de los bomberos voluntarios. Se encontraba sudoroso y preocupado, como si se tratara de un familiar de las víctimas que en esos momentos estaba siendo reanimadas por bomberos y policía.
De pronto se encontró con el cronista de este diario y contó su testimonio: “Habíamos ido a comprar a un mercadito, venía con mi señora cuando vimos el humo y el fuego que salía de la casa, entonces paré la camioneta acá en la esquina (Juan XXIII y Quichuas) y me iba acercando cuando escuché una explosión y empezó a salir mucho humo, apareció un vecino de una casita verde, quisimos romper alguna reja, pero me vine corriendo hasta la camioneta y agarré una manta y la mojé, pero poco y nada podíamos hacer, mucho humo y fuego, ahí aparecieron los bomberos y recuerdo que me quedé mirando cuando sacaban a la nenita, estaba muy quemada, la tapamos con mi manta para que no la vea la gente...” describía Roberto Carlos Ulloa, quien de pronto encontró ciertos rasgos en el reportero para preguntarle si varios años atrás había cubierto un trágico accidente ocurrido sobre la ruta 3.
“Tengo el diario que salió al día siguiente, todavía lo llevo en mi camioneta” dijo; y la casualidad fue enorme. Un fatídico accidente en pleno invierno y una doble página de Crónica con portada y páginas interiores con varios recuadros, entre ellos el cronista y un Roberto mucho más jóvenes. Y la triste noticia se resume:
Una tarde del 24 de julio de 2009, pleno invierno, 35 kilómetros al norte de la ciudad. Un choque frontal entre dos vehículos sobre la Ruta Nacional 3, en el “Cañadón Ferrays: “Venía un matrimonio de Mar del Plata a Comodoro a festejar un cumpleaños de 15 y en el otro auto un chico que se iba a Córdoba, fue tremendo... yo tuve que subir a un tanque para avisar que manden ambulancias y policía, yo trabajaba como camionero para YPF” rememora aún Roberto Carlos Ulloa de un accidente de arrojó el saldo de 5 víctimas fatales y 3 gravemente heridas.
