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Llantos, corridas y desesperación tras incendio de vivienda: una mujer y su hija muy graves

martes 01 de diciembre de 2020
Llantos, corridas y desesperación tras incendio de vivienda: una mujer y su hija muy graves

Escenas desgarradoras pudieron presenciarse en la tarde de ayer en un voraz incendio desatado poco antes de las 19 en una casa de grandes dimensiones construida en parte de maderas por ser prefabricada y también de cemento, y con sus frentes totalmente cercados por rejas y portones de hierro que se convirtieron en una trampa casi mortal para sus ocupantes.

La imagen de los bomberos voluntarios combatiendo el siniestro y de otros colegas intentando reanimar a una mujer y una niña que quedaron atrapadas y procuraban reanimar con todos los recursos que tenían a mano, seguramente quedará en la retina de las personas que presenciaron su trabajo encomiable. Todo ocurrió alrededor de las 18:50 sobre la avenida Juan XXIII al 963 casi Quichuas, del lado del barrio Ceferino Namuncurá.



Al principio algunos vecinos y transeúntes observaron que salía humo y fuego del entretecho de la casa de varias habitaciones y se acercaron a intentar hacer algo, pero se encontraron con las dificultades de los ventanales con rejas de hierro y portones del mismo metal que dificultaban la tarea, y un vecino corrió raudo a buscar alguna herramienta mientras esperaban los bomberos voluntarios y también ambulancias.



Sabían que en el interior podría encontrarse una octogenaria mujer no vidente cuidada por una joven mujer que solía hacerlo en compañía de su pequeña hija, y mucho temían por sus vidas. Y en las corridas y llantos de familiares que fueron llegando sabrían que la mujer mayor no estaba en la casa, pero sí la mujer cuidadora -identificada luego como Jennifer Macarena Serrano, de unos 33 años- y la niña de unos 3 años.



Justamente, cuando lograron sacar a las víctimas de la trampa casi mortal y llevarlas sobre el asfalto envueltas en frazadas ya que la policía había cortado el tránsito vehicular, es que empezaron las duras tareas de reanimación por parte de los bomberos voluntarios.



Ambas víctimas estaban separadas por unos diez metros, y mientras esperaban la llegada de ambulancias se podía observar el trabajo de los bomberos voluntarios que daban cuenta de su profesionalidad y ahínco por salvar las vidas de las víctimas que, incluso, en algunos momentos sus estados dejaban entrever que sería por demás difícil.



La gente alentando a los voluntarios para que no cejaran en su lucha era también motivacional, y después de eternos minutos cuando una de las víctimas daba señales de estar reanimándose, el abrazo entre bomberos fue también desgarrador.



Llegaron las ambulancias y cargaron con las víctimas hacia el Hospital Regional, esto sucedía alrededor de las 19:15 y 19:50 y las unidades partían escoltadas por móviles policiales que les fueron abriendo camino ante un tránsito colapsado a esa hora. Se desconocía el real estado de las víctimas y del caso se encargaban efectivos policiales de la Comisaría Cuarta.


Desgarrador testimonio del jefe del Destacamento 1: “Vimos a una chica joven y una nena en la ventana entre el humo y el fuego, y de pronto no la vimos más”.


Víctor Alvarado es el jefe del destacamento 1 de los Bomberos voluntarios de esta ciudad y pese a tratarse de un avezado hombre en cubrir siniestros, aportó su crudo testimonio. “Ya cuando estábamos saliendo se nos informa que había dos personas en el interior y cuando llegamos al lugar vimos a una chica jovencita en una ventana y al momento de comenzar a trabajar, de pronto no la vimos más, entonces procedimos a cortar la reja y el personal comenzó a extinguir el incendio y por la gran cantidad de humo que salía no se la veía, así que sacamos la reja y el personal procedió a cortar la ventilación un poco, ahí me meto hacia el interior y logro agarrar al bebé de un año y medio más o menos, se lo paso a mi compañero que está del lado de afuera de la ventana, y posteriormente procedimos a sacar a la chica desde el interior también”.



Una vez en el exterior, comenzaron las tareas de RCP. “Eso hasta que llegaron las ambulancias, gracias a Dios ambas están respirando, no sabemos si tienen lesiones o no” agregó el bombero.

Respecto a los eternos minutos que pasaron y mientras realizaban las difíciles tareas de reanimación, el avezado jefe bomberil señaló que “el problema es que no llegaba la ambulancia y nosotros no tenemos equipos de oxígeno, lo que nosotros les administramos con nuestros equipos es aire, no es lo que necesita el paciente en esos momentos, necesitan oxígeno, así que proprocionamos el aire con dos equipos nuestros hasta que llegaron las ambulancias” culminó declarando entre el fragor del momento y las corridas de sus camaradas el jefe del Destacamento Uno de Bomberos voluntarios de esta ciudad.

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