La vecinal del barrio La Floresta celebró el Día de las Infancias
A pesar de la nueva denominación, los pequeños del barrio La Floresta tuvieron un merecido festejo con personajes de Disney, chocolate, golosinas, regalitos y la invalorable acción del personal de la comisión vecinal, de personal del Ejército, del intendente Juan Pablo Luque, la Secretaría de Desarrollo y Familia, Marcelo Rey, y de Gustavo Fita, además de las manos solidarias de Somos barrio de Pie, todos quienes sumaron esfuerzos por lograr una tarde diferente.
Como siempre, atentos a los solicitados del trabajo solidario en diferentes organizaciones de la ciudad, el personal del Ejército Argentino, pertenecientes al Regimiento de Infantería Mecanizada 8, instalaron “la morocha” frente a la vecinal para repartir el conocido y exquisito chocolate que, acompañado de churros y facturas, hicieron las delicias de los pequeños convocados.
“Si bien y ante la nueva realidad que marca la pandemia, no pudieron realizarse los juegos y bailes que anualmente realiza la vecinal, señaló Silvia Navarro, pusimos todo el esfuerzo para que, sosteniendo el distanciamiento social y los demás cuidados que se exigen, los chicos pudieran disfrutar de todo lo que les preparamos con el amor de siempre y las colaboraciones que son agradecidas tanto por la comisión vecinal como por los padres de nuestra barriada”.
El ahora llamado Día de las Infancias, dentro de un criterio inclusivo, tuvo su celebración “casi como siempre” y si bien faltaron los abrazos y besos, el cariño de todos estuvo presente para recibir como premio “la sonrisa enorme de cada uno de nuestros chicos que disfrutaron de las 300 bolsitas de golosinas, la riquísima merienda o la alegría de los personajes de Disney que también nos acompañaron, además del esfuerzo de un grupo de mujeres de Somos barrio de Pie, que trabajaron sin descanso durante casi todo el día”, señaló la presidente de la vecinal.
De esta manera y a pesar de todo, la comisión directiva de la vecinal se abocó a una de las celebraciones más especiales del año, la que se transformó en una tarde distinta, quizás sin el baile o los juegos que generalmente se realizaban en la sede vecinal pero con todo el cariño y esfuerzo de un gran grupo de personas.
