La Legislatura sancionó la ley de reestructuración de la deuda de Chubut

Finalmente, ayer la Legislatura sancionó por amplia mayoría la ley de reestructuración de la deuda externa del Chubut. De los 27 legisladores, 25 votaron a favor, uno lo hizo en contra y el restante no estuvo presente en la sesión.

 

El voto en contra pertenece al diputado de Juntos por el Cambio, Sebastián López, quien consideró que “toda reestructuración debe ir acompañada de un plan para ser exitosa, si no será pan de hoy y hambre para mañana. El gobierno optó por el atajo. Hay que generar beneficios para el sector productivo” sostuvo.

Dicha argumentación fue compartida por sus pares de bloque, Manuel Pabliaroni y Andrea Aguilera, solo que estos dos últimos terminaron dando su voto de confianza aprobando el proyecto.

Un paso adelante

Antes de llegar a esta situación, mucha agua corrió bajo el puente, tanta que incluso en un momento se pensó que la “inundación” anegaría por completo no el único pero sí uno de los principales caminos que hay que sortear para intentar estabilizar la economía y las finanzas provinciales.

Y para que esto llegara a buen puerto mucho tuvo que ver la intervención del intendente Juan Pablo Luque, quien más allá de algunos “chispazos” con algunos dirigentes trabajó con intensidad para convencer a toda la dirigencia política, pero sobre todo a la tropa propia -los peronistas y los que vuelven-, sobre la necesidad de lograr la unidad de criterio para avanzar con la ley de reestructuración de la deuda provincial.

En esta tarea, fue clave el trabajo del secretario de Economía de la Municipalidad local, Germán Issa Pfister que asesoró en la redacción final del proyecto que finalmente fue convertido en ley.

Aprendizaje

Como este diario lo señaló ayer, antes de este “final feliz” -se espera sea aprovechado para la remontada que todos desean para la Provincia- han venido ocurriendo muchas desprolijidades políticas por parte de la dirigencia en su mayoría, que no han dejado muy bien parada precisamente su imagen ante la ciudadanía.

Hasta hace tan solo días había cruces de críticas, cuestionamientos, chicanas y otros tipos de actitudes similares que encontraron, sobre todo en las redes sociales, el escenario para dirimir sus diferencias. Lo que no hubiera sido cuestionado si no fuera por los términos casi inapropiados elegidos para lograr sus cometidos.

Fue tal el lodazal en el que se movieron que hasta se llegó a pensar que la pretensión del oficialismo de sacar adelante la ley de reestructuración no iba a llegar a buen puerto ante posturas que se pensaban incluso como casi irreconciliables.

Finalmente, esas diferencias fueron neutralizadas y como se dijo, en gran parte tras la intervención de Juan Pablo Luque, se pudo conseguir el consenso para que el Ejecutivo Provincial cuente con la herramienta necesaria que le permita poder negociar en los mejores términos posibles con los acreedores externos. Ahora con la ventaja, además, de contar con el acuerdo al que arribó el Estado nacional con los bonistas por la deuda argentina.

Así las cosas, lo único que cabe esperar de ahora en mas es no volver a caer en situaciones tan reprochables como inoportunas, como las que se vivieron en los últimos tiempos. Se puede disentir, debatir, acordar o no, pero siempre con la altura que la ciudadanía merece de su dirigencia. Esto es bueno recordarlo, sobre todo ahora cuando cada vez es más cercano el año electoral en el que se definirán nuevas composiciones en el congreso nacional. Y ya se sabe lo que suele suceder en las campañas electorales.

Arcioni: “Vengo pidiendo  la reestructuración desde el  2018 y ahora, cuando el agua nos llega al cuello, ahí recién nos damos cuenta de la urgencia”

Posterior a la conferencia de prensa que brindó la ministra de Seguridad de Nación en esta ciudad, el gobernador Mariano Arcioni brindó declaraciones a la prensa y se refirió a la reestructuración de la deuda provincial, proyecto que fue aprobado ayer por la Legislatura. “Vengo pidiendo la reestructuración de la deuda desde el 2018. Ahora lo que tenemos que hacer es comenzar las negociaciones formales, es un proceso que demanda entre sesenta y noventa días. Hemos planteado esto desde un primer momento. La negociación del Estado nacional con su deuda es un buen indicio, porque muchos de los acreedores y bonistas que tiene el gobierno nacional son los mismos que tenemos nosotros”, planteó Arcioni.



Respecto a los salarios de los trabajadores estatales, el gobernador reiteró una vez más que “es la prioridad número uno de este gobierno. Estamos buscando más recursos.

Hoy nuestros recursos han bajado estrepitosamente. Estamos pagando una deuda enorme, y repito, yo vengo pidiendo la reestructuración desde el 2018. Ahora, cuando el agua nos llega al cuello y nos sobrepasa, ahí recién nos damos cuenta de la urgencia que hemos planteado con anterioridad. Estamos esperanzados en llegar a un acuerdo, porque de acá a fin de año tenemos 9.000 millones de pesos para pagar en concepto de deuda. Lo cierto es que a través de los fideicomisos que se fueron creando la provincia tiene que pagar todos los meses, te retienen directamente el dinero, lo saquean”, cerró el primer mandatario provincial.