Organizan una olla popular en beneficio de los extrabajadores de Guilford
En las instalaciones del gimnasio del club Usma en Km. 5, las Glorias del Deporte de Comodoro Rivadavia llevarán a cabo hoy una olla popular en beneficio de los extrabajadores de Guilford. También se podrán acercar los vecinos aledaños de la zona.
Miguel Ángel Navarro, uno de los organizadores de la actividad, en primera instancia recordó que contará con la colaboración de exjugadores de las décadas del ‘70 y ‘80, tales como Marcelino “Pirulo” Britapaja, Osvaldo Santana, Hugo De Brito y José Luis “Hueso” Barrientos, entre otros.
“Estos jugadores fueron llamados personalmente para ver si querían brindar su colaboración y no dudaron en hacerlo. Por ello hoy y a partir de las 12:30 horas empezaremos a entregar las porciones, las cuales calculamos que rondarán las 350”, comentó en diálogo con Crónica.
Al mismo tiempo, el entrevistado destacó la ayuda de la vecinalista Silvia Navarro. “Tratamos de colaborar en lo que se puede a la gente y con los protocolos necesarios, por eso pedimos a los que se acerquen que lo hagan con el tapaboca y sus ollas, respetando el distanciamiento social”.
En este marco, Navarro puntualizó que “se pueden acercar tanto los extrabajadores de Guilford, como vecinos de las zonas aledañas. Están todos invitados y si bien haremos 350 porciones, trataremos de cumplir con cada uno”.
Por otra parte y al ser consultado sobre la situación actual de los extrabajadores de Guilford, remarcó: “Ellos automáticamente quedaron sin trabajo y hoy por hoy varios quieren buscar la jubilación. Yo calculó que después de que pase la pandemia, el Presidente con todas las pautas de lo que es el nuevo gobierno, va a llegar a que la gente de Guilford tenga la posibilidad de jubilarse con sus correspondientes años de trabajo. Son 250 personas aproximadamente que quedaron sin trabajo, de una Guilford que prácticamente la vimos crecer”.
Expectativas
Por último, Navarro dijo que las expectativas son las mejores. “Hoy por hoy debemos pensar en la gente que estuvieron varios años en Guilford y no pueden conseguir otro trabajo por su edad y que atrás de ellos hay familias y niños. A uno que de chico le silbó la panza de hambre sabemos lo que es y Dios me da la oportunidad de poder ayudar y para mí es un orgullo y placer poder hacerlo”.
