ELEGIA: HOLA IGNACIO

Al cumplirse el primer aniversario del fallecimiento del Dr. Ignacio Ferreyra de las Casas, quien fuera un prestigioso jurista de Comodoro Rivadavia y ex Convencional Constituyente de Chubut, el Dr. Pedro Carlos Baumann lo recuerda a través de un sentido escrito que elaboró especialmente para ser publicado en Crónica.
Dicho trabajo expresa lo siguiente:

Se cumple un año de su partida. Sin embargo, los referentes icónicos de su categoría perviven en la sociedad democrática.

En un contexto preliminar reafirmaré su pertenencia generacional; recordaré, sucesivamente, su trayectoria; su perfil; su amistad; su solidaridad y gratitud; su coraje; un anhelo personal y concluiré con un colofón.

María Ofelia está presente en cada palabra de esta Elegía.

Contexto preliminar

Afirmo que fue referente de la Justicia Federal como genuino heredero de la estirpe generacional iniciada por José María Ferreyra Reynafé, Diego J. Zamit y Hebe Corchuelo Blasco. Jóvenes y audaces, con sus familias, a riesgo y ventura ejercieron la función judicial y profesional en estas galias patagónicas. Tiempos aún de territorios nacionales y del “Carrero Patagónico”, de Asencio Abeijón. Tiempos del YPF del General Mosconi y del petróleo celeste y blanco.

Quizá alguna Avenida o Ciudad Judicial los eternice.

Trayectoria

De pública notoriedad, Ignacio asiste al Estudio de su Padre (1956), y tras un interregno, graduado de abogado en 1974 en la Universidad Nacional de Córdoba, se reincorpora a su nueva función. Paralela a ésta, en diferentes etapas, fue Conjuez del Superior Tribunal de Justicia de Chubut, Convencional Constituyente (1994), Presidente del Colegio de Abogados de Comodoro Rivadavia y Coordinador de la Escuela Superior de Derecho (actual Facultad). Realizó aportes para el mejoramiento de la calidad institucional.

Perfil  

Siempre con altura y contenido de calidad argumental. Afable, cordial, de mirada firme y persuasiva, inteligente, cuasi imperturbable y de voz grave. Según las circunstancias y las características del interlocutor presente, su lenguaje gestual se exhibía misilístico, temible, con carga argumental suficiente. Percibí su sólida formación jurídica y filosófico-política. Pragmático del Derecho y consultor permanente, fue un auténtico liberal político y un humanista impregnado de la Doctrina Social de la Iglesia. Un hombre con peso específico propio. No lo tuteaba cualquiera. La Docta Universidad en acto primacial (muy pocos en 400 años de su fundación) lo homenajeó como Convencional Constituyente (1994) conjuntamente -entre otros- con Menem y De la Rúa, egresados de aquélla.

Alfonsín le envió carta personal. Carlos Maestro fue a su Estudio para proponerle la candidatura a Convencional Constituyente por el radicalismo. Fue contemporáneo de brillantes juristas como los Doctores José Raúl Heredia, Edgardo Rubén Hughes y Raúl Martín, jueces del Superior Tribunal de Justicia de Chubut.

Amistad

En 1995 nació nuestra amistad. Teníamos 50 años de edad. Nacimos en julio de 1945, yo unas semanas antes. Él en Esquel, yo en la Gobernación Militar de Comodoro Rivadavia. Ni Territorio Nacional ni Provincia. La 2ª guerra mundial no había terminado ni existía el peronismo.

Ignacio, en setiembre de 1995, en su carácter de Coordinador de la Escuela Superior de Derecho (Actual Facultad) me propuso para el cargo de Director de Estudios. De nuestras conversaciones en el panóptico de su hogar, último piso, con Ofelia y María de la Paz de anfitriones, le recordé que entre 1959/1961 trabajé como cadete en Argensud. Comentó que él también concurría.

--Vos sos ese flaquito alto, de saco y corbata, veloz, circunspecto, que iba seguido a ver al Gerente, el alemán Kurt Zeiter - pregunté.

-Sí, mi padre era el abogado de la Empresa.

A continuación le conté que un empleado me hablaba en alemán; años más tarde (en La Plata) me enteré que fue General del Ejército Croata, también Presidente de Croacia (1944). Exiliado, se llamaba Ivo Chudina.

En 1984/1987 ocupé el cargo de Secretario Letrado (Juez Dr. Caneo) y allí, sin tutearnos, nos saludábamos protocolarmente.

--Ignacio, así como vos viviste el Cordobazo en 1969, yo viví la violencia del ¨70 en La Plata...; si conociste a los Torraca con el Lucania, yo los conocí en el conventillo de Italia y San Martín... son los estertores de la posguerra que tronaban en Comodoro.

--Te recibiste en 1974, en auge las Tres “A”; yo en 1978, en auge la Dictadura.

En otro momento, le propicié que organizáramos para 1997 las Jornadas Nacionales de Derecho Administrativo en Comodoro pues yo tenía contactos sólidos para ello, y añadía la creación de Institutos de Estudio y tener para 2005 la Carrera de Doctorado en Ciencias Jurídicas, todo como en la UNLP.

n Vas muy rápido, me dijo. ...comencemos con pedirle al Dr. Juan Carlos Smith la creación de la carrera Docente -- pontificó Ignacio.

n Yo ayudaré en la Cátedra de Derecho Administrativo, con el Dr. Tomás Hutchinson, mi profesor ¿qué te parece?

n -En mi caso, aportaré mis conocimientos en la Cátedra de Derecho Laboral. Los alumnos deben saber la rica jurisprudencia local - decía Ignacio.

Solidaridad y gratitud

Recordar su personalidad pública es resaltar la democracia chubutense; es evidenciar la jerarquía de la abogacía y el respeto de sus colegas; es exponer su solidaridad ínsita en el numen de la ética.

El Colegio Público de Abogados, asaz premonitorio, el 22 de junio de 2018, publica “Dr. Ignacio Ferreyra de las Casas: Hay que ponerle amor al ejercicio de la abogacía”  publicado en la página cpacr.org.ar/archivos/1000. Es de imprescindible lectura. Ignacio posa con su señor Padre.

a) Gratitud. Su designación en la Escuela fue primera plana en los diarios. Mi contrato de locación de servicios vencía el 31 de diciembre de 1995. En forma sorpresiva, luego de la continuidad laboral hasta marzo de 1996, de facto, se resolvió la no renovación. He aquí la solidaridad activa del Coordinador, quien públicamente se explayó así:

“...No puedo cumplir la función y por ello renuncio porque la decisión de no continuación del doctor BAUMANN por Ud. adoptada -pese a que, repito, Ud. lo designó- implica privarme de un colaborador leal e identificado con el proyecto de diseño de la Escuela Superior de Derecho, importando así una clara desautorización para mi gestión...”. Marzo 12 de 1996.

(10/El Patagónico. SOLICITADA. Comodoro Rivadavia, publicada viernes 12 de abril de 1996 dirigida al Sr. Rector de la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco”. Se remarca que abarcó DOS HOJAS CENTRALES, CON LETRAS MUY PEQUEÑAS).
Planes y sueños frustrados: sin Jornadas Nacionales, ni Institutos ni Doctorado ni ayudantes de Cátedra, ni carrera docente.

b) Agradezco su consejo oportuno de publicitar mi Especialidad en Derecho Administrativo (UNLP, 1990) en medios locales (Conf. Diario Crónica, 1996 y ss).

c) Me dio una mano al cubrir como garante mi anhelo de instalar un estudio jurídico.

d) Me invitó al casamiento de María de la Paz y José María celebrado en la Sociedad Rural de Pergamino (17/1/2015). Una fiesta hollywoodense.

CORAJE

Administró su ánimo de las tensiones y estrés de la profesión con valentía y coraje.

Recordó al colega Guido Freytes como defensor de los derechos humanos y al apoyo que a él brindado -como Presidente del Colegio- en ocasión de la Dictadura de 1976.

Señaló al “Estado deshonesto desde 2004” denunciando la corrupción pública chubutense -del Valle- en el período 2004 a 2016 (Ver “LU 83 TV Canal 9, único canal privado de Televisión en la Patagonia, Reportaje del 4 de setiembre de 2018). Ignacio fue honesto al extremo y coherente en sus actitudes.

Anhelo personal

Ignacio, no podré contarte cuando la cuarta generación se presentará en el escenario virtual del Estudio.

Ni decirte si se concretará tu pronóstico de preparar un Estudio Jurídico para 300 años, como me lo comentaste.

Ni anoticiarte que en plena pandemia del Covid 19, en cuarentena, proyecto mi Plan de tesis doctoral en ciencias jurídicas.

Ni citarte que el artículo 41 (fenomenología y ontología del Derecho Ambiental) de la Constitución Nacional que -como Convencional Constituyente- aprobaste en 1994 nutre el marco jurígeno y epistemológico de ese Plan; y de consuno, con el desarrollo de la Maestría en curso.

Ni deslizarte confidencialmente, que alguien se ha emocionadx con esta elegía, y discretamente cuando celebró un acuerdo por un juicio de las tantas Empresas que vos representabas en ese momento (y hubo otros juicios) sentenció: “hice mi maestría.

Aprendí mucho de él, fundamentalmente la palabra respeto. Un verdadero ejemplo de abogado... Dios lo tenga en la gloria”. Y agregó: “sufrí mucho su partida a pesar de no tener amistad con él, marcó mi profesión para siempre... si algo nos une es el verdadero amor a la profesión”.

Sé que estarás presente, y quedás invitado -que de ser aprobada mi tesis por el Comité de Posgrado UNLP la ofrendaré a mi Escuela Primaria 119 “Nicolás Avellaneda”, de Comodoro, donde mis Maestras me enseñaron a leer y a escribir (1951-1957).

Reconozco, Ignacio, que no ha sido fácil -sin emocionarme- escribir tu elegía. Soy un pibe de barrio, La Loma y Jorge Newbery y por extensión del Barrio El Mondongo, del Dr. René Favaloro.

Ah... me olvidaba de preguntarte si concurriste en 1949 con Candel López y yo al Jardín de Infantes “El Trencito”... ese año fue inaugurado.

Colofón

La lucha por la injusticia es de larga duración. Recuerdo que sonreíste cuando te dediqué mi libro “El Che Favaloro” (2003). Lo recibiste con la galanura de siempre. Con cierto toque de audacia -no exento de histrionismo- espeja en mí tu sonrisa y te digo: “Ignacio, mi amigo, hasta la Victoria siempre”.
Gracias.

Pedro Carlos Baumann.