Barrio Laprida: cuatro familias siguen viviendo en módulos y reclaman soluciones

Pese a que los módulos estaban preparados para ser habitados como máximo por un año, aún hay familias residiendo en los mismos, y a más de tres años del temporal que azotó a Comodoro, piden soluciones urgentes.

Pareciera reiterativo el inconveniente de los módulos habitacionales pero la falta de respuestas motiva a los perjudicados a alzar la voz en busca de soluciones urgentes ante las carencias que padecen. Y es que, durante el temporal que afectó seriamente a Comodoro Rivadavia en el año 2017 dejando cientos de damnificados, varios vecinos de la zona de Laprida perdieron sus viviendas y si bien en principio fueron evacuados en distintos espacios posteriormente fueron trasladados a los módulos habitacionales con la promesa de que pronto les brindarían nuevas viviendas.



Sin embargo, el tiempo pasó y la permanencia en estos sitios que debía ser máxima al año se terminó extendiendo, superando en la actualidad los tres años, de manera que ante ello resulta urgente el pedido de respuestas.



En diálogo con Crónica, María Laura Cortez, una de las vecinas que habita los módulos, expuso “ya pasaron tres años y medio y seguimos acá, en mi caso vivo junto a tres menores, el año pasado nos dijeron que a fin de año íbamos a tener nuestra vivienda pero no fue así, y seguimos pasando veranos e inviernos en este lugar, sumado a que ahora nos agarró la pandemia. Vivimos con tristeza y mucho dolor”.



Asimismo, la mujer comentó que dado el resultado positivo de coronavirus de una de las habitantes de los módulos, fueron todos puestos en cuarentena, cuestión de público conocimiento, de manera que hasta el 6 de julio deben estar aislados, “a mi familia la hisoparon y por suerte a todos nos dio negativo, supongo que cuando terminemos la cuarentena vendrán otra vez porque uno no se queda tranquilo” lamentó.

No da para más

Respecto al estado de los módulos, Cortez comentó que el baño y las duchas están destrozados que no dan para más dado que tienen una vida útil máxima de un año no tres, de manera que constantemente se tapan o no funcionan. Y en cuanto a su caso particular, manifestó “toda la semana va a llover y el agua se filtra por las divisiones, tenemos tachitos en todos lados y encima están los cables de luz metidos en el medio, lo mismo pasa en el baño, vas a sacar agua y te agarra corriente por los cables pelados” y apuntó “esto no da para más, tenemos miedo de que pase algo”.

También planteó con la voz entrecortada, “hay gente que dice que nos gusta estar acá, que estamos cómodos, entonces yo los invitaría a vivir como vivimos nosotros un día solamente y verían como sufrimos en verano el calor y en invierno nos pasamos de frío, solo queremos una casa digna como se nos prometió”.

En Laprida

Respecto a las viviendas ya otorgadas, Cortez comentó que había dos listados en los que se dividió a quienes residían en los módulos, uno con los que iban a Restinga y el resto que quedaba en Laprida, “a nosotros nos tocó Laprida, nosotros no es que rechazamos ninguna vivienda, si nos hubiera tocado ir a Restinga íbamos, incluso quise hacer el cambio y no nos dejaron, y acá teóricamente construirían sobre calle Washington, detrás del Gimnasio pero no hay movimiento hasta ahora. Pedimos que las autoridades tomen cartas en el asunto” concluyó.