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Vivir, sólo vivir

miércoles 24 de junio de 2020
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Emanuel Morales jugó en Comisión de Actividades Infantiles por seis temporadas. Apareció en Primera División en 2005 y se mantuvo hasta 2011. Luego pasó por Chacarita, Quilmes, Huracán y Los Andes. En marzo de 2018 le diagnosticaron ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad que afecta muy fuerte a los músculos. Desde La Pampa, el "Chucky" le agrega mucho temple a una entereza enorme para tratar de lidiar con una afección muy cruel.

En las malas. Fundamentalmente en esa etapa es que muchos apelan a un sentimiento raro que se esmera en potenciar las virtudes del afectado. Pero acá, en este caso, desde siempre se sostuvo algo que hoy se multiplica: el "Chucky" Morales es tremendo tipo.
Llegó a Comodoro muy pibito, con 15 años y desde tierras pampeanas. Se ganó un lugar en el lateral izquierdo de la C.A.I. con una zurda diferente y mucha actitud.

Después, como tantas generaciones que pasaron por el "azzurro" se marchó hacia otros rumbos. Jugó en Chacarita, Quilmes, Huracán y Los Andes. Hasta que en marzo de 2018 le diagnosticaron ELA, una maldita enfermedad que no evidencia causas, pero tampoco cura.

La situación de Emanuel Morales se hizo muy visible a partir del mediodía de ayer, cuando en un programa de FOX Sports, le hicieron una entrevista desde La Pampa.
Los primeros síntomas se presentaron en 2017, cuando en la pretemporada de enero, jugando para Huracán, comienza a notar cambios en sus gestos corporales. Le costaba hacer ejercicios de coordinación y fue perdiendo fuerza en los miembros superiores.

[caption id="attachment_656007" align="alignnone" width="696"] La situación se hizo visible en FOX Sports.[/caption]

"Empecé con algunos calambres en las manos y como que no coordinaba ciertos movimientos. Estaba así como torpe, algo muy raro. Todo ese semestre entrené con la Reserva de Huracán y en junio de 2017 paso a Los Andes, estuve un mes y me di cuenta que todo iba peor. Me sentía muy distinto, digo distinto mal", comentó Emanuel Morales.

"Dejo de jugar pero trataba de recuperarme en lo físico, por ahí suponía que podía ser por no jugar, pero en diciembre de ese año me voy de vacaciones con mi señora y mi hijita. Ahí ya todo se hizo muy evidente, como tres veces me caí solo, sin motivo real. Ya era mucho. Volvimos y cuando empecé la pretemporada con la Reserva de Huracán, le avisé al médico. Empezamos a realizar estudios con un neurólogo y en marzo de 2018, me confirmaron que tenía ELA", agregó "Chucky".

Ese día, el del diagnóstico, Emanuel cuenta que escuchó la risa de su hijita que andaba por los siete meses. "Me juré pelear hasta donde me den las fuerzas por y para ella. Ya no podía jugar más al futbol que era mi vida. Entonces, toda mi energía la dediqué a esta enfermedad de mierda. Mi hijita, en agosto va a cumplir tres años. Sigo pensando igual, porque si estoy fuerte de la cabeza y el corazón, sé que esta enfermedad que es terminal y no tiene cura, va a tardar más en maltratar mi cuerpo".

"Aún tengo vínculo con Huracán por una cuestión legal. Pero por ejemplo, el salario de diciembre lo cobré ahora en junio. Vivo en La Pampa con mi señora y mi hija. Cuando fui a ver un neurólogo del hospital militar, lo hice con el respaldo de Futbolistas Agremiados, que me apoyaron mucho y lo siguen haciendo", dijo.

"Sé que estoy metido en algo muy cruel, pero es lo que me tocó y estoy dispuesto a dar todo. Es el primer caso de un futbolista profesional y ruego a Dios que sea el único, que a nadie más le toque vivir esta situación. Ese es mi deseo. Y que mi vida se extienda lo máximo posible para ver crecer a mi hija", completó Emanuel Morales.

"Hay días y días"

Cada mañana que abre los ojos, Emanuel Morales agradece por esa luz. Enseguida detecta cómo será su día en cuanto a movilidad.

_ "A través de los años vas dependiendo de la ayuda de otras personas para movilizarte. Según los días, mi señora me tiene que lavar los dientes, ayudarme a secar. A veces me cambia, es una lucha constante con la mente porque si te quedás, la enfermedad avanza.

_ "Agradezco mucho haber sido deportista. Eso me ayuda a enfrentar la enfermedad porque se te va muriendo el cuerpo lentamente. Yo creo por eso todavía no me caí anímicamente".

_ "El estimativo de vida es de tres a cinco años. Es muy duro. No hay una cura, sólo hay tratamientos alternativos, que funcionan de acuerdo al metabolismo de cada uno. No tiene causa, no se sabe los motivos que derivan en la enfermedad.

¿Qué es ELA?

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA, enfermedad de Lou Gehrig o de Stephen Hawking) es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta rápidamente a las neuronas motoras del cerebro y la médula espinal, que dejan de funcionar y, por lo tanto, de enviar mensajes a los músculos, ocasionando debilitamiento muscular e incapacidad de movimiento.

Es una enfermedad que afecta a muchas funciones del paciente -no sólo a la motora-, como la respiración, la nutrición o la social y psicológica. Por eso, deben tratarla otros profesionales además del neurólogo.

En los últimos años ha mejorado la supervivencia de estos pacientes, aunque sigue siendo baja. Aproximadamente un 50% de los pacientes fallecen antes de que se cumplan los tres años de diagnóstico, mientras que el 95% de los afectados fallecen tras 10 años de evolución de la enfermedad.

Incidencia y prevalencia

La incidencia de la enfermedad es de 1-2 nuevos casos por 100.000 habitantes al año y su prevalencia, de 3,5 casos por cada 100.000 habitantes. Se trata de la tercera enfermedad neurodegenerativa en incidencia, tras el Alzheimer y otras demencias y la enfermedad de Parkinson.

La ELA se presenta generalmente en personas mayores de 50 años, aunque en casos minoritarios aparece antes de esta edad, y es más frecuente en los hombres que en las mujeres.

Causas

Las causas que provocan la aparición de la ELA son desconocidas en la mayoría de los casos; sólo entre el cinco y el 10% de los diagnósticos se establecen causas genéticas hereditarias. Que un familiar haya tenido ELA se considera un factor de riesgo para desarrollar la patología.

Síntomas

La esclerosis lateral amiotrófica comienza detectándose como una pérdida de la fuerza muscular en brazos y piernas, impidiendo hacer acciones cotidianas. También puede aparecer por primera vez en los músculos de la boca, impidiendo la correcta respiración o la capacidad de deglutir o tragar. La enfermedad se va extendiendo por la corteza cerebral y la médula espinal hasta que, en las etapas finales, se producen la pérdida de movilidad absoluta y el fallo respiratorio, que suele ser la causa de fallecimiento más habitual en esta patología. A lo largo de todo el proceso, los sentidos (vista, oído, gusto, tacto y olfato) permanecen inalterados y no suele verse afectada la capacidad cognitiva ni la sensibilidad.

Síntomas más comunes

_ Problemas para la deglución y el habla, especialmente, lentitud al hablar o dificultades en la articulación de las palabras.
_ Sensación de cansancio y pesadez excesiva en los músculos controlados por la médula espinal.
_ Rigidez muscular o calambres.
_ Contracciones musculares (fasciculaciones).
_ Parálisis.
_ Pérdida de peso.
_ Depresión: puede aparecer con el tiempo, debido a la fatiga que produce la enfermedad y el deterioro progresivo que ocasiona.

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