Un hombre que nació rico pero murió pobre

Uno de los detalles que más llama la atención de la vida de Manuel Belgrano es el hecho de que nació en una familia adinerada pero murió en la pobreza. Su padre, un hombre de origen genovés, era el comerciante más rico de todo Buenos Aires. Enfermo de hidropesía, el prócer falleció en su casa.

De alguna manera, podría decirse que murió en el olvido. Belgrano fue un hombre de fuertes convicciones éticas y morales y destinó toda su fortuna a la construcción de la Nación Argentina. Se lo recuerda por la creación de la bandera, pero en realidad, ese es un dato menor.

Manuel Belgrano padeció sífilis, malaria y también hidropesía, enfermedad que lo llevó finalmente a la muerte. Para Daniel Marques, fue una figura sumamente interesante, por muchos motivos: “Este año se conmemoran los doscientos años de su muerte, no es algo menor esto.

Belgrano es quizá una de las figuras más interesantes de nuestra historia. Fue un tipo muy completo, muy formado. Algunos dicen que fue uno de los primeros economistas del Río de la Plata. Estudió en Valladolid y se especializó en derecho y economía. Su padre era el comerciante más rico de Buenos Aires, tenía muchísimo dinero. Belgrano escribió sobre economía, también sobre educación.

Fue un tipo muy superior. Se lo recuerda por la bandera, pero eso es algo menor. Lo más importante de él fue lo que hizo, lo que pensó. Fue un intelectual, ni siquiera tenía formación militar”, subrayó el historiador local.

“Cuando se habla del general Belgrano, eso también es una distorsión del nacionalismo. Fue un general de hecho, le dieron ese cargo para que comandara a las tropas, pero la realidad es que él no tenía ninguna formación militar.

Es decir, no podemos compararlo con hombres como San Martín o Alvear, que sí se habían formado en esta materia. Cuando muere en 1820, no había una Argentina formada, él no vio un país consolidado.

Belgrano fue un constructor de las bases, de lo que fueron las Provincias Unidas del Río de la Plata, eso fue un antecedente de lo que luego sería la Argentina formalmente. Su legado principal es su vida, su acción. Fue hijo del comerciante más rico de todo Buenos Aires y murió en la pobreza”, continuó el docente universitario.

En esta línea, Marques resaltó que, a lo largo de su vida, Manuel Belgrano fue un hombre que no se preocupó por su riqueza, no era alguien muy apegado al dinero. Su fortuna la destinó a su lucha, a la autonomía en esa guerra civil. Cuando se declaró la independencia, siguió en ese proceso. No le importaba el dinero, mucho de su capital fue destinado para la construcción de escuelas.

Tenía una especie de ética pública que asombraba, algo que, en contrapartida con el actual contexto, ya no se observa. “Belgrano es lo contrario a los políticos de hoy en día. Nuestros políticos nacen sin plata y se mueren todos ricos. Lo público para ellos pasa por enriquecerse personalmente, la ética que tenía Belgrano es algo que hoy prácticamente no existe”.

“El caso de Belgrano es una colisión con las crisis de valores que tenemos hoy por hoy. Él partió de una posición de riqueza y de élite y terminó enfermo, aislado y pobre, prácticamente sin nada, después de diez años de haber dejado todo por una causa. Fue el primero en defender la autonomía, porque cuando se crea la bandera no se pensaba en la independencia, sino en la autonomía, que era tener un gobierno en nombre del rey, seguir dentro del Imperio Español, pero con más autonomía para las elites criollas.

Después vino la lucha por la independencia y ahí se le fueron todos los recursos. Destinó todo a la causa de la construcción de un Estado. Ahora muchos de los políticos viven del Estado, todo lo contrario a él. Manuel Belgrano fue una figura que siempre estuvo a disposición del resto, no tiene nada que ver con la situación de muchos de los gobiernos de hoy”, concluyó Marques.