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Franco Asencio: “Lo de ese grupo fue inigualable”

miércoles 20 de mayo de 2020
Franco Asencio: “Lo de ese grupo fue inigualable”

Se cumplieron 18 años del ascenso de la Comisión de Actividades Infantiles a la “B” Nacional. El equipo que conducía Marcelo Fuentes ganó el Hexagonal final del Torneo Argentino “A”, con un empate como local frente a Ben Hur de Rafaela.

El juego terminó 1-1, con gol de José Tabares. Franco Asencio fue uno de los comodorenses que integró la formación bien juvenil que llegó hasta la segunda categoría del futbol nacional. “Lo de ese grupo fue inigualable, todos atrás de un mismo objetivo y con Marcelo Fuentes como el líder de la tropa”, señaló Franco.

En ese otoño de 2002 arrancaba el Hexagonal final del Torneo Argentino “A” que tenía apenas una plaza a la “B” Nacional con los seis postulantes. Por la Zona “A” habían clasificado Juventud Unida de San Luis, Estudiantes de Río Cuarto y la C.A.I., por el Grupo “B” los que llegaron a esa instancia fueron Ben Hur de Rafaela, Ñuñorco de Tucumán y 13 de Junio de Pirané.

En el mismo inicio, la C.A.I. debía visitar a Ñuñorco, el equipo sensación del certamen. La formación tucumana había ganado casi todo lo jugado en la fase regular y como local su cancha de Morteros era inexpugnable.

Un día y medio tardó la C.A.I. en llegar a Tucumán. El motor del micro que llevaba al plantel a cada rincón del país, ya era una música más en los oídos de los jugadores “azzurros”.

Llegaron un sábado al mediodía y cuando leyeron los diarios, se dieron cuenta de la expectativa que había con el equipo tucumano. “Todos nos decían que era imposible que nos llevemos un punto de la cancha. En el hotel, en las plazas, cuando ibas a pasear y veían que éramos de la C.A.I., nos decían que éramos boleta”, recuerda Franco Asencio.

“Me parece que vivir eso nos potenció mucho. Nosotros llegábamos con muchas horas de viaje, no sólo por lo de llegar a Tucumán, sino todo lo que habíamos recorrido hasta ese momento. Pero fue como una motivación para todos. ¿Qué pasó?. Al otro día les ganamos a los invencibles y ahí nos dimos cuenta que podíamos ascender.

Quedaba mucho por jugar, pero eso fue un mensaje que se podía. Si le ganamos a un candidatazo, todo podía ser posible”, rememora Asencio.

Así se llegó a las instancias finales, con la C.A.I. peleando arriba por ese triunfo sorpresivo del comienzo. Fue sostener la localía y tratar de que los viajes de miles de kilómetros no sean en vano, regresando con algún puntito lejano.

En el plantel había muchos chicos jóvenes y los más grandes oficiaron de guía. José Tabares, Germán Cáceres, Darío Aguilera, Claudio Lemes, Alejandro Luna, eran los referentes. Todo iba mejorando a medida que avanzaban los partidos. Cuando llegó el Hexagonal, se notó que los equipos que tenían gente más grande, estaban más agotados.

La C.A.I. era empujada por el vértigo de los más jóvenes. No importaban los miles de kilómetros en el lomo. Importaba ganar. Importaba jugar.

“Se dio algo muy bueno entre los más grandes, y los más jóvenes. Tampoco había mucha diferencia de edad, asi que nos llevábamos muy bien. Compartíamos muchas cosas adentro y afuera de la cancha. Eso creo que nos hizo muy fuertes, sobre todo en el Hexagonal”, apuntó Franco Asencio.

Las horas arriba del micro se compartían con mates, truco, black jack, películas. “Se hacía interminable el regreso. Pero como sacábamos puntos de visitante, se hacía más llevadero. Igual, había momentos en los que queríamos hacer como los otros equipos que cuando venían a Comodoro se manejaban en avión. Nosotros, con el cole a todos lados, je”, señala el ex enganche “azzurro”.

Con el empate en el Estadio Municipal ante Ben Hur de Rafaela, la C.A.I. consiguió una ventaja indescontable a una fecha del final. Pero debió esperar ese mismo domingo, que termine el partido entre 13 de Junio de Pirané y Juventud Unida de San Luis. “Nos fuimos a la sede y allí nos enteramos del final del partido en Formosa. Festejamos en el club”.

Para Franco Asencio, está pendiente la posibilidad de una reunión-cena, “sería buenísimo hacer un asado entre todos los integrantes del plantel, del cuerpo técnico, dirigentes y hasta los hinchas que nos siguieron a todos lados. Ya se va a dar, quién te dice cuando festejemos los 20 años de aquel ascenso”.

La formación del ascenso

Aquel día otoñal de mayo, la C.A.I. formó con Alejandro Luna; Miguel Kosciuk, Gustavo Caamaño, Carlos Amado y Leonardo Herrera; Darío Aguilera, Germán Cáceres y César Domínguez; Claudio Lemes y José Tabares. En el banco estuvieron, banco de suplentes estuvieron Hernán Bonetti, Carlos Alves, Jorge Aynol, Martín Subiabre y Franco Asencio.

Con Marcelo Fuentes, más profesionales

Así lo distingue Franco Asencio, en sus conceptos. La enseñanza del entrenador Marcelo Fuentes, fue decisiva para llegar al ascenso.

_ “En todo el torneo aprendimos a ser profesionales por la manera de entrenar y hacer las cosas afuera de la cancha. Todo lo inculcaba Marcelo Fuentes. Nos hacía concentrar en la C.A.I. los miércoles y el día anterior a cada partido. Era cuidar a los más jóvenes, para conseguir el objetivo. Así fue. Pasábamos más tiempo entre nosotros con las concentraciones y los viajes, que con nuestras familias, pero todo valió la pena”.

_ “Aprendimos a mantener una dieta, a cuidar el cuerpo. De esa manera respetábamos al compañero que también hacía lo mismo. La C.A.I. aprendió a ser más profesional cuando llegó Marcelo Fuentes”.

_ “Recuerdo que tuvimos que jugar de visitante en Tucumán y Rafaela, dos veces seguidas de visitante. Estuvimos como 17 días arriba del micro. Costaba mucho, pero eso nos fue uniendo todavía más como grupo”.

_ “Con muchos de los muchachos nos mantenemos en contacto por las redes sociales. Con otros, como con el Chaca Bustos, el Chileno Subiabre, Carlos Amado, Leo Herrera y Coky Aynol, nos cruzamos en alguna cancha. Siempre es lindo recordar aquellos momentos tan buenos”.

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