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Informe especial: ante la falta de cigarrillos, ¿cómo reaccionan los adictos?

martes 12 de mayo de 2020
Informe especial: ante la falta de cigarrillos, ¿cómo reaccionan los adictos?

Desde hace cerca de dos semanas, en Comodoro Rivadavia no hay stock de cigarrillos. A la ciudad llegan marcas poco conocidas del preciado “vicio” de muchos y se venden a precios exorbitantes. Conseguir tabaco para armar cigarrillos uno mismo tampoco es fácil, mucho menos encontrar un “buen precio”.



En los últimos días, en redes sociales pudieron verse muchas publicaciones de vendedores improvisados que, aprovechando la situación, se lanzaron a vender con precios más que altos. Todo este panorama genera distintos tipos de situaciones en aquellos que son adictos a fumar. En este informe, un detalle minucioso de qué es lo que pasa por la mente de las personas que son dependientes del cigarrillo.

El faltante de cigarrillos generó distintas consecuencias en Comodoro. En redes sociales se montó una especie de mercado negro, en donde algunas personas comenzaron a vender atados por precios exorbitantes. En la popular “Saladita” de la red social Facebook, un hombre llegó a venderlos por el “módico” precio de 500 pesos. En algunos kioscos, cuando llegan cigarrillos, el precio de venta va entre los 120 y 150 pesos.



La queja de los fumadores se volvió algo generalizado en el transcurso de los últimos días, ya que las marcas que se venden por estos días ante la falta de tabaco en la ciudad no son las más comunes, es decir, las más compradas cuando sí hay abastecimiento del producto.

Las marcas como “Melbourne” o “Dolchester”, que hace dos semanas se conseguían por menos de 100 pesos, hoy se venden por 150 (en el mejor de los casos). Este viernes, a la redaccion de este diario llegó una queja de un hombre, que protestó porque en un kiosco ubicado en Alvear y Rivadavia vendían los atados por 320 pesos.

Sin embargo, el problema no solo se generó en el interior del país. Hace días, las tabacaleras anunciaron que el faltante de cigarrillos afectaría a todo el país, ya que las fábricas se mantenían cerradas. La actividad se normalizaría en el transcurso de la semana próxima y así los fumadores podrían tener algo de alivio. Se prevé que una vez resuelto el problema, el “vicio” de muchos argentinos registre incrementos en su precio.

Con este panorama en curso, y teniendo en cuenta que todo esto genera distintas reacciones en los adictos al cigarrillo, Crónica decidió investigar de lleno el tema. Sebastián Núñez, integrante del equipo de Salud Mental del Hospital Regional, concedió una entrevista a este diario y se refirió a esta situación y las diferentes reacciones que se producen en las personas dependientes del cigarrillo.

“Todo consumo tiene un componente de dependencia”


En primer término, el psicólogo planteó que, dentro de la cuestión de la adicción hay componentes generales y otras más particulares, algo que varía según la persona. Además, resaltó la idea de que el vínculo con el cigarrillo es algo que tiene que ver con la psiquis, dando a entender que la raíz de la adicción es psicológica. También planteó que hay distintos tipos de adictos y se refirió a los comportamientos que suelen tener.

“Cuando hablamos de gente que fuma, nos estamos refiriendo a una sumatoria de cosas que generan una dependencia, esto, causado más que nada por la nicotina. Hay cuestiones generales y particulares de cada quien. Todo consumo tiene un componente de dependencia, así estemos hablando de tabaco, alcohol o drogas ilegales. El músico Joaquín Sabina, cuando dejó de consumir cocaína, dejó de un día para el otro y pensó que le iba a costar mucho. En ese entonces, él hizo un chiste sobre esto y planteó que no le había costado tanto porque la calidad de la droga era mala. Lo que hay que entender es que, cada persona tiene una relación singular con estas sustancias. Está muy estudiado que se genera dependencia, y los vínculos siempre son distintos”, explicó el licenciado en Psicología.



En esta línea, Núñez indicó que, la nicotina, que es el compuesto que mayormente contienen los cigarrillos industriales, genera una fuerte dependencia fisiológica en los consumidores. Pero sobre todo, el vínculo es más de tipo psicológico. “Mejor dicho, es una sumatoria de cosas. Por un lado está la dependencia química, eso es algo que se podría suplantar de otra manera, por el otro, está la dependencia personal o subjetiva. Ante la escasez de nicotina, se podrían buscar alternativas, reemplazos. Por ejemplo, parches o chicles de nicotina. Pero por lo general esto no le alcanza a los fumadores, eso habla de que hay una dependencia que va más allá de la sustancia química”, recalcó el profesional de la salud mental.

Distintos tipos de adictos


Por otra parte, Sebastián Núñez se refirió a los distintos tipos de adictos al cigarrillo y remarcó diferencias puntuales entre ellos. El primer grupo se compone de personas que, si bien fuman habitualmente, logran controlar exitosamente la dependencia. “Hablamos de gente que puede manejar los momentos de desesperación de otra manera. También hay personas que no logran tener otro tipo de respuestas, por más que, por ejemplo, consigan un cigarrillo electrónico o usen chicles de nicotina. Hay momentos que no son reemplazables, y eso se explica psicológicamente. Por ejemplo, el cigarrillo que muchos fuman después de comer. Es un ritual y tiene que ver con una vivencia de placer que no es solamente química, sino que tiene que ver con el momento, con ese ritual y con un cierto goce que hay en el campo de lo oral”.

En el segundo grupo se encuentran aquellos que no pueden estar sin fumar, los que peor la están pasando durante estos días. Gente que se desespera y no puede dejar de pensar en el cigarrillo. Finalmente, hay un tercer grupo de personas que tienen un consumo realmente problemático de la sustancia. Esto, a veces puede explicarse por la cantidad de años que alguien lleva fumando.

Un hombre o mujer que fuma hace cincuenta años y que de pronto no puede fumar, comienza a tener comportamientos que no son habituales. El más común, según Núñez, es el aumento en el apetito. “Empiezan a comer más. La satisfacción que vivían oralmente con el consumo del cigarrillo, la reemplazan por otra. Entonces, comen por comer y no cuando es el horario de hacerlo, algo que también se está observando mucho en la cuarentena”, resaltó el psicólogo.

“Algunos profesionales dicen que es un buen momento para dejar de fumar”


En el tramo final de la entrevista con este diario, Sebastián Núñez se refirió a la posibilidad de que muchos dejen de fumar en este momento y las consecuencias que genera la falta de tabaco en el mercado.

“Algunos profesionales dicen que es un buen momento para dejar de fumar. Lo que pasa es que están obligando a la gente a hacerlo, y no sé a qué punto esto es algo bueno. Cuando uno tiene un objeto de consumo y ese objeto se prohibe, generalmente lo que se produce no es un descenso en el consumo, pasa todo lo contrario. En este caso, las ganas de fumar en la gente aumentan. Muchas personas controlan la adicción, pero al observar que el cigarrillo se convierte en algo escaso y que los precios aumentan, las ganas de fumar se incrementan”, señaló Núñez.

El mercado negro y los sobreprecios


Por último, el licenciado en psicología habló sobre la especie de “mercado negro” que se generó en las últimas semanas en Comodoro y a los sobreprecios que se registraron en distintos comercios. “Es una discusión que se da con el tema de las leyes de mercado, una discusión muy interesante que hay que dar. El cigarrillo es una sustancia legal, regularizada, no se la puede vender en cualquier lugar y a cualquier persona. A veces, con las sustancias ilegales, sucede que el Estado no logra estar presente y no las puede regular. Ahora, con este mercado negro que se montó, pueden llegar a pasar cosas que normalmente pasan con las drogas ilegales, alguien podría, por ejemplo, vender tabaco rebajado. Después, en cuanto a la venta, creo que es algo lógico el tema de los precios. El comerciante va a tratar de ganar lo mayor posible y seguro tendrá sus motivos. Las ventas pueden haber bajado, tendrá que pagar el alquiler o simplemente querrá juntar plata”, concluyó el integrante del equipo de Salud Mental del Hospital Regional.

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