“Siempre apuntamos a hacer el mejor trabajo posible”

La operadora Verónica Abrahams comentó acerca de su trabajo diario en el SEM, y sobre las dificultades que atraviesan durante este momento de pandemia mundial.

En el Servicio de Emergencias Médicas –SEM– 107 trabajan alrededor de 40 personas entre despachadores, choferes, enfermeros y médicos. Su función es atender llamados de emergencias, aplicar primeros auxilios y trasladar a los pacientes al Hospital.
La operadora de emergencias, Verónica Abrahams, comentó a Crónica acerca de su trabajo diario y de las dificultades que ocasiona la pandemia.

[caption id="attachment_645382" align="alignnone" width="576"] Verónica Abrahams: “si bien a veces es muy estresante y fuerte, es algo que sé hacer, me gusta y lo llevo con mucha responsabilidad”[/caption]

“Soy la que recibe el llamado, de ahí se hace el despacho de las ambulancias. Obviamente uno tiene que filtrar las llamadas: no es lo mismo un dolor de estómago, diarrea y vómitos que una dificultad respiratoria o una hipertensión” señala. En este sentido explica que las salidas que tienen prioridad son: accidentes de tránsito, heridas de armas de fuego y de armas blancas, y dificultades respiratorias.

Trabajo diario
Hay un operador por turno y trabajan en horarios rotativos: mañana, tarde y noche. “Cuando uno llega controla quienes están en las tres bases: Base Centro, Base Sur y Base Norte, que son las tres ambulancias que cubren la ciudad. Se toman los datos de los ingresantes: de los cambios de choferes, cambios de enfermeros y médicos. Se controla que las bases estén completas, y a la espera de las llamadas” detalla.

Explica que cuando hay una salida, si es Código Rojo, donde hay riesgo de muerte, se pide colaboración de la Policía. También se comunica a Tránsito para que abra camino y se da aviso a los médicos de guardia dependiendo del sector que se requiera, por ejemplo si es una parturienta se llama a Preparto y si son menores se llama a Pediatría, luego el médico que participa del traslado entrega información sobre el paciente. “Una vez que el paciente queda en guardia se termina nuestra labor, a la espera de otro llamado”.

“Me gusta y lo llevo con mucha esponsabilidad”

Sobre como comenzó a trabajar como operadora Verónica contó: “trabajaba en la obra social de Camioneros, una compañera de trabajo estaba en el Servicio 107, me comenta que era lo que se hacía y que se necesitaba un puesto, así que en ese momento me interesaba mucho, probé y me encantó. La verdad es que es algo que si bien a veces es muy estresante y fuerte, es algo que sé hacer, me gusta y lo llevo con mucha responsabilidad ante un llamado, cualquiera que sea”.

Cuenta que hay ciertos llamados que le causan gracia por las consultas insólitas que le hacen, pero que hay otras situaciones que son más bien tristes: “a veces en lo personal te afecta un poco más, cuando una salida termina en un Código Negro, más si hay niños, eso si te afecta, te quedás con una sensación de angustia que por ahí es inevitable”.

En este momento en que se atraviesa una pandemia mundial, la operadora expresa que: “en lo personal lo más dificultoso para mí es salir de casa y tener que dejar a mis hijos y que algo me pudiera pasar, algún contagio, porque soy el sostén de mi familia y me preocupa eso”.

También cuenta de las medidas que debe tomar al momento de regresar a su casa: “cuando uno vuelve tratar de no cometer un error, sacarte toda la ropa como corresponde, higienizarte para no contagiar”.

“La sociedad está muy asustada”

“En este momento de cuarentena trabajamos con todas las precauciones. En despacho suele haber un solo operador y a veces suele estar algún que otro compañero en base Centro, que puede ser enfermero, chofer o médico. Obviamente con todas las medidas de higiene. Tenemos un protocolo dentro del servicio por el tema del saludo, la higiene, no compartir mate, la distancia, eso lo manejamos bastante bien, no es un sector donde haya mucho peligro” cuenta Verónica y dice que sus compañeros: “si tienen salidas no pasan por despacho, eso se trata de evitar”.

En cuanto a lo personal señala: “uno está afectado a una ciudad y sociedad que está muy asustada, que tiene mucho desconocimiento en un montón de cosas, en un montón de factores. Esto les preocupa demasiado, y a veces tenés que dar respuestas que no sabes si las estas dando correctamente. A veces sentís que sos esa contención o ese que tiene que resolverle el problema al otro, y ahora con mucho más razón”.

Cuenta que reciben muchos llamados por cuestiones que no son de emergencia sino por consultas. “La gente te pregunta cosas que no podés creer, te piden permiso, si está bien que puede ir a comprar porque hace trece días que no sale. Hay una confusión como que el 107 tiene que decirle o darle la autorización para poder salir. Eso es lo que nos pasa ahora”.

Señala además que para la gente muchas situaciones que se pueden resolver normalmente en un día habitual, en este contexto terminan siendo un problema; “la sociedad está asustada, todo es temor, ahora vienen los días de invierno donde va a haber mucho mas bronquiolitis y otras enfermedades que son comunes, y esto va a generar mucho pánico”.

Verónica sostiene que con sus compañeros toman todas las precauciones para atender a la gente aun en esta situación: “Tratamos de hacer lo mejor y de no cometer un error. Siempre apuntamos a hacer el mejor trabajo posible”.