Trelew: Murió un hombre que fue apuñalado a principios de marzo en una gresca callejera

Fue a la salida de un bar, en la zona norte de Trelew y hay dos detenidos por el caso que ahora se convirtió en un homicidio.

Trelew (Agencia) Murió ayer un hombre que se encontraba grave en el hospital por unas puñaladas que había recibido en una gresca callejera a comienzos de marzo, en un hecho que ocurrió en la zona norte de la ciudad por el que hay dos detenidos. El caso ahora dejó de ser una “tentativa de homicidio” para convertirse en un crimen y la situación procesal de los imputados, en consecuencia, se va a complicar.

En las próximas horas serían sometidos a una audiencia -quizás a través de una videoconferencia- en la que los notificarían de la novedad por la que quedarían incursos en un homicidio agravado. Casualmente, hace unos días, les habían confirmado a ambos las prisiones preventivas.



Se trata de Rodrigo Rébola y Alejandro Saúl Ríos, quienes fueron detenidos por la policía no hace mucho como los que la madrugada del 7 de marzo en las inmediaciones de las calles A.P.Bell y avenida Colombia agredieron ferozmente a Roberto Campusano, de 44 años, en una gresca en la que uno de ellos también lo apuñaló provocándole heridas de las que la víctima, al final y lamentablemente no pudo reponerse.

Decían que la pelea entre Campusano y sus agresores había comenzado en un bar cercano al lugar de la agresión y que la misma se había suscitado por una deuda que la víctima tenía con quienes lo atacaron en un hecho que terminó en su muerte.

Para la policía no hay dudas de que Rébola y Ríos fueron los que atacaron a Campusano y los investigadores se basan en el testimonio de alguien que acompañaba a la víctima aquella noche. También habría algunas filmaciones de cámaras de seguridad que los pondrían en evidencia y otras declaraciones que se tomaron a las pocas horas de acontecido el feroz episodio.



Campusano murió ayer después de las cuatro de la tarde en el sector de terapia intensiva del hospital público de Trelew. Las autoridades en todo el tiempo en que estuvo internado advertían que las puñaladas que recibió le habían afectado órganos vitales y que por eso no mejoraba.