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Vende tapabocas en la calle para darle de comer a sus hijos

jueves 23 de abril de 2020
Vende tapabocas en la calle para darle de comer a sus hijos
Mujer tapabocas 2
Mujer tapabocas 2

María tiene 40 años y tres hijos. Hace un año se separó de su pareja y comenzó una vida totalmente distinta. Por el momento, ella es el único sostén económico que tienen sus hijos. Antes de la cuarentena obligatoria, la mujer trabajaba como empleada de limpieza en una casa de familia. Una vez instaurada la medida fue despedida de su trabajo. Junto con una amiga pensaron en una ingeniosa idea para sobrellevar el complicado contexto económico de hoy: vender tapabocas.

“Mis nenes son chicos, tengo uno de 7 años, otro de 5 y uno de 2 añitos. Empezamos a vender tapabocas para salir adelante y poder sobrellevar el difícil momento económico que nos toca afrontar a todos. Antes yo tenía un trabajo, trabajaba como empleada de limpieza en una casa de familia, pero cuando empezó la cuarentena me despidieron”, contó María a Crónica.

Con el transcurrir de los días, la mujer se dio cuenta de que los tapabocas comenzaban a usarse mucho en la ciudad. Junto a una amiga decidieron comenzar a fabricarlos y venderlos. Están hechos de tela de algodón, son lavables y elastizados, y cada uno cuesta tan solo 100 pesos. “Dijimos ‘probemos, a ver qué sale’ y comenzamos a venderlos. Gracias a Dios nos está dando resultado, por lo menos durante la mañana vendo algunos y por la tarde tengo plata para darle de comer a mis hijos. A veces vendo quince en un día, otras veces es más y otras menos. Los vendemos a este precio porque es accesible, si los vendemos más caros no tenemos garantía de venta”, resaltó la entrevistada.

María destacó además que “gracias a Dios esto no me afectó tanto. Cuando me separé mi papá me dio un monoambiente y fui a vivir ahí con mis hijos. Si tuviera que pagar un alquiler creo que no llego a fin de mes. Sin embargo, quiera o no, mi economía cambió, cuando tenés un trabajo estable tenés un sueldo garantizado a fin de mes. Ahora si no salgo a vender los tapabocas no tengo para comer, nadie me va a traer la comida todos los días. A mis chicos los cuido mucho, están bien de salud y no salen a ningún lado”, concluyó.

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