Variada producción en el Primer Festival de la Cerveza Sarmientina

Los productores de todo el país, que conforman o son parte importante de las economías regionales, en cualquier punto de nuestra extensa geografía pasan dificultades porque no se les presta la atención que requieren, o cuando se toman decisiones se lo hace pensando en los grandes productores, especialmente del centro del país, sin tener en cuenta a los pequeños y múltiples hombres y mujeres que a la largo y ancho de nuestra patria, subsisten trabajando en forma privada y produciendo.

Por eso cuando los frutos del esfuerzo están listos para la venta, los productores reciben muy poco margen de ganancia, comparado con lo que obtienen los intermediarios, especialmente cuando esos productos son trasladados y exhibidos en otros centros comerciales.



Teniendo en cuenta esa realidad, en la localidad de Sarmiento los productores locales -sumando a otros de la región- decidieron transformar sus productos, poniendo en marcha el ingenio y conocimiento, creando un “producto final”, ya con valor agregado y puesto a disposición de la sociedad.

Una vez concretada la idea de la transformación, los productores locales pensaron en cómo hacer la presentación más rápida, es decir buscar la menara para que llegue de la mejor manera al consumidor final y la inversión realizada sea recuperada.

Para ello, Jonathan Vivier junto a su hermano Juan Pablo Criado, decidieron poner en valor a sus productos y al de sus colegas de la zona, creando cerveza artesanal -de distintas variedades- y la pusieron a disposición de los consumidores a través de una fiesta popular.

Así nació la idea de realizar el Primer Festival de la Cerveza en la localidad de Sarmiento invitando a otros productores de cerveza de ciudades como Puerto Deseado, Comodoro Rivadavia y Perito Moreno, quienes también hicieron la presentación de sus productos, ampliando la oferta para que el público concurrente pueda degustar.

En un ambiente de rock o cumbia, entre otros ritmos, se realizó el encuentro pleno de cordialidad y en un espacio rodeado de álamos centenarios y de vistos puestos con diferentes variedades de cerveza que el público pudo elegir de acuerdo a sus gustos.