Se realizó la muestra anual del colegio Deán Funes
Con una gran muestra que se desarrolló en diferentes sectores del colegio Deán Funes, se realizó el cierre anual de los festejos por los 90 años de un histórico establecimiento salesiano que logró reunir no solo el trabajo realizado en las aulas durante el ciclo lectivo sino que el campo asociativo se sumó a la celebración, al igual que exalumnos que, con una placa conmemorativa, recordará los 50 años de egreso de esa promoción.
Andrés Quesada como director del establecimiento, señaló que “realmente fue un gusto enorme abrir esta muestra a la comunidad en general porque se acercaron hasta vecinos de la ciudad que no han tenido que ver con el establecimiento pero quisieron conocer su interior y lo que se realiza en el ámbito educativo”.
Además de esa apertura, se compartió también lo que se ha realizado durante el año en el ámbito escolar -con muestra de la tarea en el ciclo primario y del taller del nivel secundario-, trabajos de reconversión laboral y presentación de los grupos asociativos, como el grupo misionero, oratorio, infancia misionera y de la banda infanto-juvenil “Entonando sueños”, uno de los espacios que cuentan con chicos foráneos al establecimiento y, entre ellos, varias niñas amantes de la música.
Tanto en la muestra de la creatividad en los talleres -con creaciones robóticas que atrajeron especialmente al público-, como los espacios de cultivo, con originales maneras de producción o la exhibición de los uniformes del colegio que se utilizaron a lo largo de sus 90 años de existencia, fueron recorridos por alumnos, familiares y exalumnos que tampoco se perdieron el espacio histórico, con álbumes que recordaron la historia misma del Deán Funes desde sus inicios.
Proyecto para recuperar el pinar
Un espacio altamente visitado, fue el que compartió el proyecto para recuperar el espacio verde del establecimiento -el histórico “Pinar del Deán Funes”- el que se convertirá a futuro en “El patio Don Bosco”, un lugar abierto a la comunidad que prevé tener canchas, espacios deportivos o mesas y bancas con fogones.
Ese será el trabajo futuro, altamente demando por el interés de los visitantes quienes, a pesar del tiempo de la recorrida, tampoco olvidaron el paseo por la historia a través de las páginas de la revista “Oro Negro”, una publicación del establecimiento que logró subsistir durante más de medio siglo y que también se atesora por el cuerpo docente y directivo del Deán Funes.
