La marejada impactó fuerte la zona costera de esta ciudad
Décadas atrás otra gran marejada arrasó con varias viviendas de la misma calle cuyos habitantes con el tiempo fueron reubicados en planes habitacionales del cerro situado en Km. 4. Ahora el fantasma de aquella gran marejada es recordada por muchos vecinos de la costera calle Arenales del barrio Usina de Km. 5 que así lo hicieron saber ante le presencia de este diario recorriendo el lugar.
Temor y desesperación es lo que expresaron algunos vecinos de la calle por lo acontecido en la mañana bien temprano.
“El agua sobrepasó el patio, daba miedo, tuve que meter mi auto más adentro, dicen que esto seguirá hasta el jueves, yo tengo dos nenas de 2 y 5 años y realmente la pasamos muy mal, la marejada tiró postigos, postes, rompió el caño de la cloaca, y eso que hace muchos años venimos pidiendo soluciones, aunque sea un muro de contención o lo que sea, pero nada” señalaba Marisol, una integrante de una familia residente desde hace muchos años en la calle Arenales.
Los reclamos datan desde el año 2000 y en las últimas horas de la tarde de ayer integrantes de las 21 familias residentes en el lugar pensaban reunirse para hablar del problema. Lo hacían en el domicilio de la vecina Dolores Rodríguez, quien refirió que “nadie ha venido a interiorizarse de nuestra situación, alguna vez vino un vecinalista a decirnos que traerían rellenos o estudiarían la construcción de un murallón, pero todo quedó en palabras y la marea sigue ganando territorio, tenemos miedo que se corte la calle y quedemos todos encerrados, el agua siguió hasta la mitad del cerro” comentaba la vecina señalando un cerro cercano.
De las 21 familias, muchos son residentes desde hace varias décadas, y otros han alquilado viviendas. A eso de las 19 pensaban reunirse y sacar de sus archivos decenas de escritos presentados ante diversas autoridades municipales en los últimos 20 años y reactivar los pedidos.
En la avenida Ducós
La marejada de ayer también ocasionó múltiples inconvenientes en la zona céntrica, cuando las olas sobrepasaron con fuerza las defensas costeras.
Como ocurre casi siempre con este tipo de fenómeno, todas las calles de la zona quedaron anegadas. Incluso, el agua que pasó a la calle sorprendió a muchos vecinos y también se “llevó” a algunos vehículos estacionados en el sector.
