Un nene de 5 años legalizó su cambio de género en Mar del Plata
Para que lo acompañen en ese momento, Tito invitó a compañeros, docentes, vecinos y allegados. Sus padres cuentan que desde antes de los dos años empezó a dar señales de que se autopercibía como varón.
Un nene de 5 años legalizó su cambio de género en el Registro Provincial de las Personas de Mar del Plata e invitó a compañeros, docentes y allegados para que lo acompañen en ese momento. Allí garabateó su firma y debió dar conformidad: “Quiero que mi DNI diga que me llamo…”.
De esta forma, Tito pronunció el nombre que llevará desde ahora en su documento, dando el primer paso para una transición que manifestó apenas pudo: no había cumplido 2 años, cuando ya hablaba y usaba el masculino para expresarse. “Naturalmente, se lo corregíamos, como a cualquiera, pero después nos decía que era nene”, contó Guadalupe, la madre del niño sobre el comienzo de un “desafío” para su familia.
Hijo de mamá y papá médicos, Tito tiene una hermana de 8 años, y es el niño más chico de Mar del Plata en pedir la rectificación del sexo asignado en su acta de nacimiento. A pesar de que hay otros casos en el país, por tratarse de menores sus historias siempre despiertan susceptibilidades.
No obstante, su madre se toma el asunto de forma más natural. “Si yo hubiera intentado vestir de varón a mi primera hija (la hermana de Tito) hubiera logrado que fuera infeliz, algo que no es, porque no es algo que se pueda forzar, sino que sale de adentro”, explicó.
“En principio nos decían que era una etapa, lo mismo por el hecho de que anduviera vestido con camisetas de fútbol, pero luego los vestidos fueron una pesadilla para él. Nunca uso vestidos, lloraba, y nos pidió que los tiráramos”, contó Guadalupe sobre cómo transitó estos años su hijo.
Mientras en la familia “el proceso fue gradual y natural”, en otros ámbitos, como en el colegio, Tito fue mostrando de a poco su verdad. “En sala de 3, cuando los chiquitos juegan nenas con nenas y nenes con nenes, él estaba con los varones; ya en sala de 4 pidió el corte de pelo (que hoy luce corto y abundante) y el cambio de nombre, y ya lo hacía con urgencia. “Nos iba probando. Iba a un cumple e iba al baño de nenes, lo mismo en el vestuario de pileta, y así iba ocupando sus espacios”, narró la madre del nene de 5 años.
En el proceso del cambio de género, los padres de Tito se asesoraron con los integrantes de la “Asociación por un Mundo Igualitario” (AMI), una organización sin fines de lucro, de las principales entidades LGBT de la ciudad que reúne a profesionales y trabajadores sociales en un equipo interdisciplinario.
