El nuevo emperador japonés asumió el Trono de Crisantemo
El nuevo emperador japonés, Naruhito, asumió hoy el Trono de Crisantemo con la promesa de continuar el legado de sus antecesores y cumplir con sus responsabilidades como símbolo del Estado y la unidad del pueblo del país.
Luego de los rituales, en los que recibió la espada y joya real de manos de su padre Akihito, el monarca se entrevistó con el primer ministro, Shinzo Abe; los líderes de ambas cámaras parlamentarias; el presidente de la Corte Suprema de Justicia y otras altas figuras del Gobierno.
Alabó los 30 años de reinado de su predecesor y juró actuar de acuerdo con la Constitución mientras permanezca al frente de la Casa Imperial.
Abe, por su parte, le aseguró que trabajarán porque en la era de Naruhito los japoneses se unifiquen, desarrollen más su cultura y alcancen mayor prosperidad.
La víspera Akihito se despidió del trono nipón en lo que constituye el fin de las tres décadas de la era Heisei y la primera renuncia de un monarca vivo en 200 años, para dar paso al ascenso de su hijo.
El ex emperador hizo pública la decisión de abdicar en agosto de 2016, tomada por su avanzada edad y débil estado de salud.
Con la sucesión de Naruhito comenzó este miércoles la nueva era bautizada como Reiwa, que según el Gobierno, significa Armonía Hermosa, proviene del Manyoshu -la más antigua antología existente de poesía nipona- y evoca a la cultura como puente para unificar a los ciudadanos del archipiélago.
El próximo 22 de octubre se realizará el Sokuirei-Seiden-no-gi, la ceremonia en la que se proclamará al emperador formalmente ante Japón y el mundo, en medio de los mismos rituales efectuados desde hace más de mil años en la Casa Imperial nipona.
Al día siguiente Abe y su esposa agasajarán por separado a 195 invitados internacionales con una cena, en la cual habrá un espectáculo con las artes tradicionales del país.
