Palazzo frenó la racha de Talleres

Con goles de Joaquín Villarroel, Gerardo Salas y Alvin Soto en contra, Palazzo le ganó a Talleres tres a uno -Julio Jáuregui- en un partido muy reñido, en donde el visitante consiguió antes de la primera mitad del primer tiempo la ventaja, para irse luego al descanso con un dos a cero.En el comienzo del complemento un desafortunado cabezazo hacia atrás del defensor Alvin Soto sorprendió a su propio arquero, para darle una ventaja a Palazzo de tres a cero. El juego se hizo menos intenso, menos friccionado, porque Palazzo con esa diferencia comenzó a regular el partido, a sostenerlo con la experiencia de sus hombres.

Talleres para nada conforme con el parcial, se fue en busca del arco defendido por Alberto Mamaní, que tuvo algunos sofocones, pero que recién vio caer su arco, en una media vuelta de Julio Jáuregui, que sobre el final del partido descontaba.

El desarrollo del juego fue exponiendo a un Palazzo con mejor trato de pelota, con mayor justeza en la entrega de la misma, tanto en la corta como en larga distancia. Por eso no extraño que la velocidad primero y su buen remate, le permitiera a Joaquín Villarroel por calle central y pisando el área grande, anotar el primer gol que tuvo una ligera complicidad del arquero Nicolás Silanes, si bien el remate fue muy bien dirigido.

Otra jugada por el medio de la cancha, dejo de cara al arquero Silanes al veloz Gerardo Salas, que llegó justo al achique del “uno”, y con un disparo justo concretara el segundo gol. Talleres sintió el impacto del segundo gol. Pese a la diferencia continuó luchando, pero no pudiendo inquietar con claridad el arco de Mamaní. En la última acción del primer tiempo, Nicolás Sotomayor tuvo la posibilidad del descuento, pero no estuvo rápido frente a Mamani. Llegó una pierna de un defensor para despejar prácticamente en la boca del arco.

Gerardo Salas vuelve a tener una posibilidad para llegar al gol. Gran asistencia de Villarroel para el “7” que la mata de pecho, pero remata muy desviado.

Enseguida la acción desafortunada de Alvin Soto. Con tiempo y espacio para rechazar, le dio de cabeza hacia atrás a su arquero Silanes. Una acción que ni siquiera tenía rivales cercanos. No hubo coordinación entre ambos y la pelota se fue mansamente al fondo del arco, ante la desesperación de sus compañeros, que aguardaban el descuento desde el pitazo inicial.

El tres a cero cerró sicológicamente el partido. Si bien Talleres lo siguió luchando, tuvo un par de situaciones para llegar al gol con un disparo del propio Soto, que Mamaní mando al córner en gran acción, seguido por un remate de Franco Quintana, también con un bochazo con destino de gol.

Con tiempo cumplido y cuando la llovizna comenzaba a mojar el terreno de juego, Julio Jáuregui de media chilena pudo derrotar a Mamaní para el tanto del descuento. Fue el premio a los esfuerzos, de un Talleres que lucho, más de lo que jugó. Le falto órden y claridad en sus intenciones ofensivas, ante un rival que con más oficio y jugadores de buen pie en el medio, lo fue regulando con los goles que le dieron la confianza necesaria.