El presidente de Ecuador llamó “malcriado” a Julian Assange
La campaña de desprestigio contra Julian Assange por parte de Ecuador continúa horas después de que su presidente, Lenin Moreno, le quitara la protección de asilado político con la consiguiente detención por parte de la policía británica por petición de la Justicia estadounidense.
El mandatario ecuatoriano en un acto público de ayer jueves donde comentó los últimos acontecimientos en relación a la expulsión del fundador de WikiLeaks de la Embajada de Ecuador en Londres. Para Moreno, Assange fue un invitado “malcriado”, que en una ocasión llegó a agredir a los guardias de seguridad de la legación, y, por ello, celebró haberse “librado de una piedra en el zapato”.
Ecuador sostiene que gastó desde junio de 2012 hasta septiembre de 2018, más de 5,8 millones de dólares en la seguridad en la Embajada en Londres debido a la presencia de Assange y otros 400.000 dólares en rubros médicos, alimentación, lavado de ropa y consultorías de asesoría jurídica.
Las razones por las que retiro el asilo
El ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, José Valencia, compareció este jueves por más de dos horas ante la Asamblea Nacional (Parlamento), en donde explicó el caso Assange y las razones por las cuales se retiró el asilo al australiano y se sometió a estudio su naturalización.
Interferencia en asuntos externos
Entre las razones que esgrimió figuran la interferencia del fundador de WikiLeaks en asuntos externos de otros Estados pese a la insistencia de Quito de que termine con esas prácticas. Debido al incumplimiento de estas normas por parte de Assange, Ecuador limitó sus conexiones a internet en más de una ocasión.
Mal comportamiento
Además, un mal comportamiento y falta de respeto hacia Ecuador y personal de la Embajada andina en Londres, donde el australiano recibió asilo en 2012.
El deteriorado estado de salud de Assange
El titular de la diplomacia ecuatoriana señaló como otra de las razones a la salud de Assange, quien vio desgastada su condición por los casi siete años que permaneció en un reducido espacio de la Embajada.
A pesar de la coincidencia, Valencia apuntó, además, que en el momento que Ecuador dio por terminado el asilo diplomático, no existía una demanda de extradición en contra de Assange y consideró que la Justicia inglesa ofrecía garantías de debido proceso y protección. Según la ministra del Interior, María Paula Romo, verificaron tres veces con Gran Bretaña que el exasilado no sería extraditado “a un país en donde pudiera correr peligro su vida”.
Washington reclama a Assange por los miles de documentos secretos que aireó su portal WikiLeaks y le acusa de cargos que pueden acarrear hasta cinco años de cárcel, mientras que la justicia británica pide hasta doce meses de prisión por violar las condiciones de su libertad condicional en el Reino Unido.
Por su parte, tanto el mismo Assange como el portal WikiLeaks han denunciado que Ecuador ha estado espiando a su huésped.
“Tenemos que ser muy cautelosos” con las investigaciones, añadió Romo que dejó en claro que su Gobierno no va a “permitir que Ecuador se convierta en un centro de piratería continental”.
