Una mujer china entró al club de golf de Trump con un virus informático
La intrusa llegó a ingresar en Mar-a-Lago el fin de semana pasado, coincidiendo con una estancia del presidente.
Dos pasaportes chinos y una memoria USB con un programa maligno (malware) era lo que llevaba encima una mujer que intentó ingresar en el club Mar-a-Lago del presidente Donald Trump en Florida, Estados Unidos, y que fue arrestada por los servicios secretos del país el pasado fin de semana.
Yujing Zhang logró pasar un primer punto de inspección en el club de Trump en Palm Beach durante una visita del presidente de EE.UU. a esta ciudad al norte de Miami. En el momento que la mujer entraba en la propiedad, el sábado por la tarde, el magnate estaba jugando a golf no muy lejos de allí, pero no hay indicios de que la viera o interactuara con ella.
El incidente alimenta las preocupaciones existentes sobre la seguridad del presidente y sus asesores durante sus frecuentes estadías en su club de golf, que permanece abierto para sus miembros y sus invitados incluso cuando el presidente está allí.
La mujer, que se enfrenta hasta a cinco años de prisión y 350.000 dólares en multas, llegó a ingresar con los pasaportes, cuatro móviles, un disco duro, un ordenador portátil y el dispositivo con el programa maligno.“Un examen forense preliminar de la USB determinó que contenía malware malicioso”, detallan los documentos judiciales.
Según la demanda, presentada ante el Distrito Sur de Florida, Zhang dijo que se dirigía a la piscina, tras lo cual el personal de seguridad le preguntó si era familiar de un miembro del club, con quien compartía apellido, pero ella dio una vaga respuesta. Los agentes atribuyeron las dubitaciones a la barrera del idioma y la dejaron pasar.
Una vez dentro, un recepcionista le volvió a preguntar por sus motivos de visita, a quien la mujer le respondió que iba a un acto de una asociación de cooperación entre Estados Unidos y China. El recepcionista dijo que no existía tal evento, pero la mujer argumentó que había acudido antes para hacer unas fotografías.
Fue entonces cuando éste alertó a un agente de los servicios secretos, que la acompañó a salir de la propiedad mientras le hacía más preguntas. A pesar de que había dicho que iba a la piscina, la mujer no llevaba ningún bañador encima.
La mujer se enfrenta hasta a cinco años de prisión y 350.000 dólares en multas
En una segunda entrevista con las autoridades, la arrestada explicó que le habían encomendado viajar desde Shanghái para tratar de hablar con los miembros de la familia del presidente Trump sobre las relaciones económicas de Pekín y Washington.
La acusada tuvo una primera audiencia este lunes ante el juez federal William Matthewman y una segunda vista está programada para el 8 de abril.
El presidente Trump estuvo los dos fines de semana pasados en su club Mar-a-lago, donde se reunió, entre otros, con los gobernantes de varios países caribeños para tratar de la cooperación regional y de la crisis en Venezuela.
Este club, la residencia de invierno del presidente Trump, es visitado frecuentemente por la familia presidencial durante festivos y fines de semana en los que el líder republicano sostiene reuniones políticas con líderes mundiales.
