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Mujeres aviadoras, una tendencia que crece en Comodoro Rivadavia

domingo 31 de marzo de 2019
Mujeres aviadoras, una tendencia  que crece en Comodoro Rivadavia
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Son pioneras en un ámbito dominado por hombres y aseguran que volar es su pasión, que la comunidad se sorprende al verlas y que el mayor impedimento es cultural. Un cambio que se empezó a forjar en la década del ´60 hasta esta parte.

En diálogo con Crónica, Ivana Torres, ama de casa, comentó que se inició en la actividad gracias a su familia de aviadores. “Empecé a volar a los 34 años en la localidad de Casilda y tras mudarme a Comodoro, lo pensé dos veces antes de continuar con mi carrera, más que nada por el clima, pero la aviación es algo hermoso, tanto para los hombres como las mujeres”.

En este sentido Torres agregó que sería muy bueno que muchas mujeres más se animen, porque a pesar de que ella lo haga como hobby, también pueden efectuarlo como una carrera profesional.

“Es una iniciativa para replicar en distintos puntos, a nivel local, provincial y nacional. Hay una realidad, que el que vuela en esta ciudad, vuela en cualquiera parte del mundo, porque el entrenamiento acá es muy importante”.

Asimismo, Carla Zeni, abogada y trabajadora del Poder Judicial sostuvo que sus comienzos en los aviones se deben a un gusto personal, con un tío que se desarrolla como aviador comercial en Bahía Blanca.

“Mi padre no pudo ser piloto por un tema de la vista y cuestiones del género o económicas, pero yo sí cumplí el sueño. Es una experiencia única y animo a todos aquellos que quieran aprender. Cuando te subís al avión y surcas el cielo ves otra realidad. En el Aeroclub encontramos un lugar genial, con mucho compañerismo y profesionalidad. No se trata de una cuestión de género, sino de capacidad y pasión”, recalcó.

Por su parte Leila Martínez, licenciada en comunicación, camarógrafa y piloto de drone, puntualizó que es muy importante poder ganar el espacio aéreo con este novedoso artefacto, donde se optimiza el trabajo.

“Se me dio la oportunidad de hacer el curso, obtener la licencia reglamentaria, pero antes era impensado que la mujer llegue a estos espacios, conquistó derechos en un principio y ahora ganan terrenos, pero actualmente la herramienta ideal para elaborar material audiovisual es el drone”.

Por otro lado Nelly Cueva, maestra mayor de obras exclamó que desde chica se fanatizó con los aviones y volar, pero no pudo hacerlo hasta ahora. “Si bien ando con algunas trabas, la idea es continuar para poder conseguir ser piloto. En Comodoro hay muchas posibilidades y creo que todas deberían animarse, si es lo que desean”.

En esta línea Patricia Iglesias, abogada, formuló que aprendió volar porque su marido es piloto y viaja con sus hijos, además de necesitar cubrir esa necesidad de poder pilotear el avión ante cualquier situación.

“Es un logro más dentro de lo que me propongo y hoy en día estoy lista para rendir. Completé todas mis horas y exigencias, fui muy feliz a lo largo del curso y creo que las limitaciones no están dentro de la actividad de la aviación. Es cumplir el sueño o esa meta y el Club se encuentra repleto de gente atenta para sentirnos cómodos”.

Sobre el tema, Vanina Busniuk expresó que finalizó el curso hace ya cinco años y es piloto egresada del Aeroclub de Comodoro Rivadavia. “Desde chica pensaba que era algo imposible y es una actividad apasionante. Una vez que estás volando, no querés dejar de hacerlo. En el 2018 logramos una convocatoria a nivel nacional con el Primer Encuentro de Mujeres en Aviación y que se puedan sumar en la ciudad más femeninas es un objetivo lindo”.

Al ser consultada sobre sus experiencias arriba de un avión, Busniuk enunció que han sido satisfactorias. “Espero que las mujeres se animen ya que las puertas están abiertas para recibirlas, pilotos de drones, comerciales y privados. No se desanimen, si nosotras pudimos, cualquiera puede”.

Para finalizar, Marcela Quintana indicó que sus inicios se dieron por curiosidad, los cuales fueron creciendo con el transcurrir del tiempo y se transformaron en algo mágico. “Tratamos de probar cosas diferentes y adicionalmente de ayudar a la comunidad, con pilotos dispuestos a colaborar. Sería buenísimo que se sumen y prueben, ya que se enciende una llama adentro de uno y después no se puede parar”.

 

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