Comodoro evaluó el camino recorrido en el 2018 con una Asamblea Diocesana

Con el objetivo de evaluar el camino recorrido por la diócesis durante el año pasado, la comunidad diocesana de Comodoro Rivadavia participó de una asamblea en la que acompañados por el obispo, monseñor Joaquín Gimeno Lahoz y los obispos auxiliares Alejandro Benna y Roberto Álvarez elaboraron los desafíos surgidos de los clamores recogidos en la consulta al Pueblo de Dios, en clave de conversión pastoral. Cabe señalar que en el 2018 la comunidad diocesana recorrió un camino especial, ya que dio un paso importante hacia el Sínodo Diocesano, y tuvieron que construirlo con coraje y humildad.



“Los obispos estamos contentos de este encuentro con los miembros del CPD, el EDAP, sinodales, comisiones y movimientos. Somos la Iglesia que peregrina en este lugar que, cruzando la otra orilla, quiere dejar las seguridades que nos llevan a permanecer encerrados y salir a las periferias a escuchar y contagiar al Evangelio”, comentó Lahoz en diálogo con Crónica.



En esta línea, el obispo remarcó que el Papa Francisco quiere “una Iglesia misionera y en salida, templos con puertas abiertas para acoger a todos y también abiertas para salir al encuentro de los que no están”.



“Esta Asamblea tuvo un marco muy especial ya que el Sínodo depende mucho del trabajo que vamos a realizar juntos para que el instrumentum laboris lo percibamos como algo propio. Esto es necesario para sentirnos involucrados en ello y así caminar juntos” explicó.
Asimismo, Lahoz agradeció todo el trabajo que se viene haciendo en las comunidades y organismos diocesanos, especialmente el EDAP, valiendo la pena y teniendo un gran respaldo en sus fieles.



“A lo largo de este tiempo, especialmente el último año ha sido ocasión de numerosos encuentros en los que cada comunidad ha escuchado lo que el Pueblo de Dios decía en la consulta. Esto significa ser generosos en el tiempo ofrecido y atención de lo que hemos recibido”.

Por otro lado, el obispo auxiliar Roberto Álvarez declaró que la ADP tiene que estar sostenida por la sinodalidad y la diocesaneidad, ya que son representantes de las comunidades, comisiones y movimientos, siendo un gesto de confianza de sus hermanos que quieren sentirse Pueblo de Dios caminando juntos, respondiendo con fidelidad al mandato de Cristo.

“Es fundamental que nuestra mirada abarque toda la Diócesis con el compromiso de caminar juntos aportando la riqueza de los dones y carismas de cada comunidad. Sabemos que todos ellos se multiplican cuando se comparten”.

Continuando con el tema, Álvarez dijo que no es una tarea fácil porque “supone apertura hacia los demás para dar y recibir, humildad para reconocer los valores y capacidades de los demás, sacrificio para renunciar a lo que les impide caminar juntos, pero sobre todo, mucha alegría por haberse encontrado en la Asamblea y mucha expectativa por el aporte de cada uno y que sepan contagiarse de esperanza”.

“El momento de espiritualidad nos ayudó a buscar las actitudes personales y comunitarias. De ese modo gustaremos de un espíritu comunitario y sinodal. Representamos a toda la Diócesis y seremos fieles” expresó.

Para culminar, el obispo formuló que María Auxiliadora y San Juan Bosco sigan intercediendo por ellos, para que sean dóciles a la voz del Espíritu que habla en el pueblo, caminando y siendo peregrinos de la fe en la esperanza.