Una nueva víctima mortal por hantavirus en la cordillera
En la madrugada de ayer falleció una paciente adulta de 64 años que se encontraba internada en el Hospital de Esquel con diagnóstico de hantavirus. Es la sexta defunción que se produce desde el inicio del brote de esta enfermedad, declarado el 3 de diciembre de 2018. Se trata de la enfermera Celia Troncoso, quien era familiar de la primera víctima fatal, una adolescente de Epuyén.La mujer estaba en terapia intensiva del hospital rural de Esquel, donde permanece otro paciente internado en dicha unidad. Este caso, junto con el del niño que se encuentra en la Unidad de Terapia Infantil de Bariloche, son los que actualmente revisten mayores cuidados.
En la mencionada localidad rionegrina, está internado también un adulto en sala de aislamiento mientras que otros seis pacientes permanecen en sala en el Hospital de Esquel. De acuerdo con el parte emitido ayer por el Ministerio de Salud de Chubut, todos los casos reportados corresponden al brote epidemiológico declarado en la localidad de Epuyén, en la cordillera de esta provincia.
Además, hay un caso en observación en el Hospital de Epuyén y otro en Esquel. En esta ciudad, además, hay un caso sospechoso (es decir que presenta síntomas y estuvo en contacto estrecho con pacientes infectados con hantavirus) y otro probable, para el cual se esperan los resultados definitivos del análisis que realiza el Instituto Malbrán
16 casos confirmados
Desde el inicio del brote, se confirmaron 16 casos y la enfermedad produjo seis muertes. En ese contexto, desde el Ministerio de Salud de la Provincia, la directora de Epidemiología y Enfermedades Prevalentes, Teresa Strella destacó que se está dando continuidad al aislamiento respiratorio selectivo y trabajar directamente con todos los contactos de cada uno de los casos que se conocen a la fecha.
El objetivo es contener a quienes pudieron haber contraído el virus de persona a persona, como se ha identificado en los casos detectados hasta el momento. Asimismo, se hace hincapié en las medidas de aislamiento dentro del ámbito domiciliario y en el ámbito social: utilización del barbijo, limpieza y ventilación de las casas, restricción de las visitas y de acercamiento entre convivientes.
