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Vanesa Luque, Verde Recicla

miércoles 14 de noviembre de 2018
Vanesa Luque, Verde Recicla
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De chica, transformaba las prendas que heredaba de su hermana mayor. De grande, combina su pasión por la expresión textil y el amor por el medio ambiente en su marca: Verde Recicla, diseño sustentable.





(Por Flor Nieto) Lejos de las fábricas que tiran humo, de los cánones de belleza impuestos por la industria, de las vidrieras abarrotadas, de los estantes colmados, de las tendencias como reglas inmutables. En un mundo en el que el fast fashion impera y las colecciones de los monstruos empresariales se renuevan semana a semana, Vanesa propone algo distinto. Reduce, reutiliza y recicla. Recupera prendas y las transforma en arte prêt-à-porter. Crea vestidos de bolsas de plástico, sacos de corbatas, mangas con pantalones, capas con jeans. Interviene, cose, corta, pega, juega. Vanesa Luque es Verde Recicla, diseño sustentable.

¿Cómo empezó tu historia con la moda?

De chica siempre me gustó la ropa y me pasaba algo particular. No me daba cuenta pero me gustaban las cosas distintas. No me gustaba estar vestida igual que el resto. También porque otra no había. Siempre heredaba de mi hermana mayor, de alguna prima o de alguien. En la adolescencia empecé a coser cosas para mí, trataba de buscarle la vuelta. Después comencé a trabajar y podía comprarme algo que me gustara, pero siempre me arreglaba con lo que tenía. En un punto me di cuenta de que tenía muchas cosas, dije: “Basta, tengo que hacer algo con esto”. Ahí fue que comenzamos con dos amigas más a hacer ferias de garage, pero había algo que me hacía ruido de vender ropa usada. Un día empecé a coser y intervenir, aplicar la creatividad que usaba en mí a las prendas. Así nació Verde A Su Lado y fuimos creciendo con las primeras ferias de diseño. Años más tarde Patricia y Florencia abandonan el barco y, después de mirarme un poquito para dentro y pensar, decidí seguir. Ahí le cambié el nombre a Verde Recicla porque durante todos esos años de intervenir junto con ellas, transformé mi estilo de vida. Tratar todo el tiempo de buscarle la vuelta a las cosas y consumir menos, relacionarme con la ecología y ahí quedó: Verde Recicla, Diseño Sustentable.

¿Qué es Verde Recicla?

Es diseño de autor. Es lo que siento, el amor por la segunda piel que llevamos representado en telas.

¿Qué significa la moda?

La moda es bastante contradictoria en algunas cosas e incómoda en otras. La moda incomoda -risas-. Me da esa sensación a veces. Tuve mi momento de que me gustó mucho la moda, hay cosas que hasta el día de hoy me gustan. Las tendencias, los grandes diseñadores. Estoy en otro lado por eso mismo, porque me gusta estar en el contacto con lo que me van dando, con lo que voy recuperando y es bastante lejos de lo que podés encontrar en una vidriera, de lo que se usa. No tengo nada en contra de la moda pero en lo que es Verde Recicla trato de recuperar lo vintage. Algunas cosas son tesoros, puedo llegar a cambiarle un cierre o un botón y tratar de mantener la prenda intacta. La moda no es ni mala ni buena. Estoy lejos de eso.

¿Más cerca del estilo?

Claro. El estilo para mí es fundamental. Toda persona tiene su estilo y su actitud. Vos podés usar algo que fue de tu abuela y que te quede genial. Me pasa con Verde, hay cosas que parecen insólitas y en la forma de mostrarla o de contar esa prenda cambia, porque me lo imagino en mí te lo puedo comunicar y como por arte de magia gusta. Hay cosas que a veces me pongo y no es que hago lo mismo para Verde, pero mantengo el estilo representado en la marca.



¿De qué se trata la nueva colección de Verde Recicla?

La Colección Primavera/Verano se llama Volare. Siempre me gustaron las alas representadas en volados. Esta vez me animé. Me gustan pero yo no me lo pondría -risas-. Es un trabajo interno que hice, buscar la forma del volado en un pantalón, en una campera, en un vestido, pollera. Esta colección tiene mucho vuelo. Es bastante lineal en colores, ya hace un par de temporadas vengo trabajando con paletas específicas. Tratar de tener una línea. Esta temporada tengo los rojos, los lunares que me encantan, el blanco y el negro que me fascinan para el verano, algo que no uso y que representó un desafío fue trabajar con jean.

Estuviste en la organización de Muta, la Expo de Eco Diseño...

Sí, este año tuvimos la primera edición junto al Enjambre, el grupo textil. Ellas se dieron cuenta de que hay mucha gente en Comodoro en la movida sustentable, en muchos rubros. Me invitaron a formar parte de Muta. Surgió en abril y es increíble la cantidad de gente comprometida con la ecología en la ciudad, de mostrar los productos que uno hace. Ojalá pueda haber una segunda edición pronto.

Podrías crear prendas nuevas de cero, pero sin embargo optás por reformular, reestructurar y transformar prendas que ya existen ¿Por qué?

Un tiempo empecé de cero y opté por la intervención o dar vuelta una prenda porque me mata desarmar todo y que la prenda siga su curso, que pueda seguir usándose. Lo veía cruel. Tratar de buscar dentro de la prenda, que puede seguir. Hay mucho, hay lugares abarrotados, la gente tiene muchas cosas y se desprende fácilmente. Hay mucho que sirve. Buscar la forma para que pueda resurgir, ponerle todo el amor, toda la creatividad. Es algo que no se consigue en un negocio. Trato de que sea algo distinto.

Si bien no te cerrás en tendencias, las adaptás...

Sí, pero porque a mí me encanta la moda. Los volados son tendencia, me gustaron. Era el momento. Si bien uno es consciente en el consumo, hay gente que le gusta la ideología de Verde Recicla pero que también le gusta lo último, la tendencia. Nos abrimos porque uno puede ser consciente y estar a la moda.



¿La moda tiene que tener consciencia?

Debería. El mundo está muy activista y las grandes marcas se tienen que adaptar. En Comodoro también hay otras marcas en sintonía con Verde Recicla y está buenísimo. Las medias, las independientes, nos dimos cuenta de que Comodoro es una ciudad muy consumista y que podemos transformarlo.

Un saco hecho de corbatas, un vestido de novia con bolsas de plástico, mangas con pantalones, bolsos de musculosas ¿De dónde salen tus ideas?

La verdad no me doy ni cuenta cuando salen pero cuando salen voy y lo hago. Me pasa en lo cotidiano. Tener tantas bolsas de supermercado y que son tan bellas. Miro las cosas y me las imagino siempre en prendas. Parte de ahí. La corbatas me parecen bellísimas, mostrarlas y no tenerlas guardadas. Yo me pruebo cosas. A veces de lo que estoy buscando para trabajar pienso: “¿Y si esto me lo pongo por acá? ¿Y por acá?”. De ahí parten, de experimentar, no de lo tradicional.

...como un juego

Sí y de poner todo, de mirar todo, de jugar. Tengo el maniquí, se lo pongo de una forma, se lo pongo de otra. Son piezas que no son muy vendibles pero hay gente que le gusta lo diferente o lo extravagante para momentos distintos. Me encanta también cuando vienen y me piden un atuendo para algo especial. Es un desafío precioso.



Ahora también se usa todo. Hay muchas tendencias paralelas y casi todo está bien visto. Uno puede usar lo que quiera.

Años atrás te decían: “Las flores no se pueden usar, son del año pasado”. A mí me encantan los lunares con las rayas. Hoy se usa todo con todo, lo importante es la actitud y cómo lo llevás. Siempre hago hincapié de que la segunda piel es importante, no es un mensaje hueco. Para muchos la ropa es un trámite, pero desde la historia de la humanidad nos diferenció. Un partido político, un equipo de fútbol…

Un pañuelo verde…

Ahí tenés. Hoy en día, de que el mundo está muy activista, las posiciones se diferencian con una tela. La segunda piel te diferencia.

Si tuvieras que dar un consejo de estilo ¿Cuál sería?

El despertar es fundamental, cómo vos te sentís en ese momento y lo que te sienta bien, ese atuendo que usás. Y lo que digo siempre: la actitud. Desde los 12 años siempre me gustó usar pantalón con pollera. No sé si se usaba o no, a mí me encantaba. Y sí, todo el mundo te miraba, en un momento fue moda. No lo saqué de ningún lado -risas-, me gustaba usar las dos cosas juntas y no me importaba nada. Tener la libertad de poder llevar algo que te sea cómodo y que te diferencie, pero eso es algo secundario. Elegir, decidir qué ponerte, es el TIP.

¿Cómo es la moda en Comodoro?

Me encanta sentarme en alguna plaza, en algún lugar público con mucha gente y mirar. Me encanta mirar. En Comodoro no veo moda, falta un poquito de dedicación, capaz un poquito de amor en uno. Igualmente vivimos en tiempos bastante difíciles. Para un grupo de personas quizás es secundario, para otros no pero creo que falta. Te digo en lo cotidiano. Me siento a mirar y cuando alguien tiene un poquito de algo ya se nota, y en el andar. Hay personas que tienen un andar como ligero. Me pasa eso, de ver gente escuchando música con esos auriculares grandes y ya cuando le ves esa parte, mirás hacia abajo y tiene tendencia, pero no son muchos.

¿Cómo te inspira Comodoro?

Los paisajes me inspiran un montón. Inclusive en las producciones de fotos, que vengo haciendo hace tres años. Marcar una temporada con una mujer comodorense siempre distinta y con los paisajes que tenemos. A mí Comodoro me encanta, me encanta el viento, el calor, el mar. Antes de empezar a coser pienso en el lugar donde voy a hacer las fotos.

Vanesa prepara las próximas colecciones y presentaciones. Junto a otros diseñadores en las ferias del Centro Cultural y en La Quinta Pata del Gato, colectivo multidisciplinario que compone junto a la fotógrafa Amelia Delfino y el poeta Diego Herrera. Vanesa sigue, con su arte prêt-à-porter y su activismo ambiental en todo lo que toca. No es una tendencia pasajera, es su forma de cambiar el mundo.

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