Bolsonaro planea trasladar la embajada de Brasil a Jerusalén
El presidente electo quiere que su país se una a Estados Unidos y Guatemala y sitúe su representación diplomática en la ciudad que reclaman israelíes y palestinos. La mayoría de países fijan sus embajadas en Tel Aviv.
En una de sus primeras decisiones internacionales como presidente electo, Jair Bolsonaro, tomó posición en el que es considerado uno de los mayores debates internacionales. Planea mover la embajada de Brasil desde Tel Aviv a Jerusalén.
“No veo ningún problema en trasladar la embajada israelí, no es una cuestión de vida o muerte. Tenemos mucho respeto por Israel y por el pueblo árabe. Brasil es un país pacífico y no queremos causar problemas con nadie”, dijo el político ultraderechista.
Jerusalén es considerada por israelíes y palestinos como su capital, en un conflicto histórico ante el que la mayoría de la comunidad internacional opta por mantener una postura neutra. De ahí que Tel Aviv sea la sede de las embajadas para una gran parte de territorios.
Estados Unidos rompió con esa política en mayo cuando fijó su sede diplomática en Jerusalén. Guatemala y Paraguay siguieron sus pasos, pero este úlimo revirtió la norma con la llegada al poder del presidente Mario Abdo Benítez.
Australia anunció que también planea dar este paso, al que ahora se unió Brasil y que fue bienvenido por Benjamin Netanyahu. “Felicito a mi amigo el presidente electo de Brasil Jair Bolsonaro, por su intención de trasladar la embajada brasileña a Jerusalén ¡Un paso histórico correcto y emocionante”, expresó el primer ministro de Israel a través de Twitter.
I congratulate my friend Brazilian President-Elect, Jair Bolsonaro, for his intention to move the Brazilian Embassy to Jerusalem, a historic, correct and exciting step!
— Benjamin Netanyahu (@netanyahu) 2 de noviembre de 2018
Está previsto que el mandatario visite esta nación en uno de sus primeros viajes oficiales como jefe de Estado de Brasil.
Según el Museo del Pueblo Judío en Beit Hatfutsot, había 120 mil judíos en Brasil para 2017, siendo la segunda comunidad más grande de América Latina, solo por detrás de Argentina. Aun así, representa solo el 0,06% del total de las religiones en este país dominado por el catolicismo.
