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Agricultor víctima de “violencia policial” denuncia cajoneo del caso e inacción de jueces y fiscales

viernes 12 de octubre de 2018
Agricultor víctima de “violencia policial” denuncia cajoneo del caso e inacción de jueces y fiscales

Sin ninguna resolución de la Justicia, en las próximas horas se van a cumplir dos años de un violento procedimiento en la zona rural cercana a Trelew, en el que unos policías se excedieron contra un agricultor de 70 años baleándole las piernas con munición antitumulto y golpeándolo porque se negaba a ir a la Comisaría con ellos, tras una pelea que había tenido con su vecino. Hoy la víctima que ha quedado con severas consecuencias denuncia inacción de jueces y fiscales, y exige que la causa no sea archivada.



Trelew (Agencia) Edelmiro Arévalo, la víctima, asegura que en la fiscalía de Trelew no se ha hecho nada, que la causa está cajoneada y que los policías a los que denunció siguen en la institución como si nada hubieran hecho.

El violento episodio sucedió la tarde del 13 de octubre de 2016 en la zona rural de Treorky a unos ocho kilómetros al sudoeste de Trelew. Allí al menos cuatro efectivos policiales de la Comisaría de Gaiman pretendieron llevarse detenido a Arévalo, pero como él se resistió uno de ellos le efectuó varios disparos con una escopeta cargada con munición antitumulto que lo hirieron en las dos piernas. También le pegaron.

Habían llegado al lugar porque don Edelmiro había peleado con su vecino y este denunció que lo había herido con un cuchillo, cosa que durante el proceso judicial que se inició por ese hecho no llegó a comprobarse. Todo había empezado por una discusión a raíz de la muerte de un perro.



“Jamás me llamaron a declarar: archivaron la causa enseguida y cuando removimos un poco la abrieron de vuelta, pero ahí quedó”, aseguró Arévalo al hablar con este diario para quejarse por la inacción de la Justicia.

Luego agregó que el año pasado salió la denuncia que le hicieron los vecinos con los que tuvo el altercado aquella tarde cuando fue atacado por los policías. De esa causa indicó que lo que allí dijeron sus denunciantes no tenía “nada que ver con la realidad”. “Dijeron que yo los ataqué, pero (en realidad) ellos eran como cuarenta y estaban esperándome para matarme”, afirmó.

Después al recordar cómo fue el procedimiento policial que originó esa pelea dijo que los uniformados que fueron a su chacra llegaron como en las películas preguntando por su nombre a los gritos. Uno de ellos bajó del patrullero “con la escopeta, el garrote y con una mano en la pistola”. “Al que tenía la escopeta le dije que tirara pero que me volteara en el primer tiro porque (de lo contrario) con la última gota de sangre le iba a abrir la panza. Y lo iba a hacer”, aseguró Arévalo.

A los setenta años y pese a lo que le pasó cuando fue herido por los policías que aquel día querían llevárselo preso de su chacra, don Edelmiro Arévalo corre maratón y se prepara gran parte del año para las competencias en las que ha participado.

Se le preguntó entonces cómo había quedado de las heridas que le hicieron las balas de goma en las piernas. “Solamente yo y Dios saben lo que es el sufrimiento que tengo para correr. Y nadie sabe lo que tuve que luchar para recuperarme. Tres veces me operé para que me sacaran los perdigones”, señaló.

Arévalo cree que en la fiscalía no le están dando importancia a su denuncia y que, por eso, según él, no se ha avanzado en nada en la causa por la que -por lo menos-- tendrían que haberlo llamado a declarar y hasta ahora no lo han hecho.

“Ellos creen que pierden el tiempo; a mí no me dan bolilla porque soy alguien que toda la vida trabajó y que jamás tuvo una entrada a una Comisaría. Ellos solo defienden a los drogadictos, a los chorros y a los mafiosos”, protestó duramente.

Los hijos de Edelmiro Arévalo están decididos a acompañar a su padre hasta las últimas consecuencias. Ellos aseguran que “por el mal accionar de los policías” su padre “debe ser implantado, por la pérdida total de la audición en uno de sus oídos, a causa de los golpes que recibió”. No quieren que la causa sea archivada, han puesto un abogado y sostienen que los acusados deberían responder por lo que le hicieron a Arévalo.

 

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