El adolescente muerto a golpes y su amigo habrían sido secuestrados y torturados para sacarles información sobre elementos mal habidos

Una de las dos hipótesis que se barajaba y este medio publicó en su edición anterior pareciera haber cobrado fuerza en relación a la feroz golpiza que en horas de la tarde del domingo acabaran con la vida del adolescente Alan Nahuelmilla (17) y que mantiene internado a Jonathan Ampuero (25) en una sala del Hospital Regional.

Pese a que la Fiscal que entiende en la causa, Camila Banfi, ordenó estricto silencio a los investigadores policiales, las declaraciones que realizara en la víspera el propio ministro de Seguridad provincial, Federico Massoni, apuntan a que tanto el adolescente como su amigo fueron secuestrados y torturados para que aportaran datos sobre elementos mal habidos cuya procedencia la víctima conocería.

Este matutino había informado ayer “...que varios ocupantes de una camioneta Toyota Hilux, que fueron vistos en un rutinario control policial en las últimas horas de la tarde del sábado, buscaban a un par de ladrones que habrían ingresado y robado un par de televisores de dos domicilios.”

“Es un hecho gravísimo” señaló el Ministro de Seguridad provincial

En declaraciones a los medios, el ministro de Seguridad provincial señaló que se trataba de “un hecho gravísimo, nos encontramos con uno de los sobrevivientes; fueron dos las personas secuestradas, privadas de su libertad, torturadas; uno falleció y el otro tuvo lesiones graves. Es un hecho que nos genera extrema preocupación, y con una celeridad muy importante en cuanto al trabajo de la policía así como el de Fiscalía” declaró Massoni.

El funcionario agregó que durante la mañana de ayer y parte del mediodía se realizaron “cinco allanamientos, hasta ahora hay cuatro personas identificadas y se sigue trabajando en el lugar, hay pedidos de captura internacional. Estamos trabajando con el resto de la policía de la provincia y ya está al tanto el Jefe de policía con el fin de que -a través de estos controles que venimos realizando en las rutas y distintas ciudades- se pueda llegar a la detención de los mismos”.

Estos dichos no hacen más que confirmar una hipótesis barajada e informada por este medio en su edición anterior: la posibilidad de que los dos jóvenes fueran víctimas de una brutal golpiza por parte de individuos con sed de justicia por mano propia, que los abordaron en algún momento de la tarde o noche del sábado 14 en calles del barrio Máximo Abásolo, los subieron por la fuerza a un vehículo, y los llevaron con rumbo desconocido -posiblemente a los cerros de la zona alta del mismo barrio- y los torturaron para sacarles información de los dos televisores supuestamente robados en horas de la tarde.

El adolescente, que fallecería horas después, había logrado llegar, totalmente desnudo y ensangrentado, hasta el patio de la casa de un tío, sobre calle Los Plátanos al 4.300, para caer finalmente desvanecido. El tío avisó a la madre de la víctima y lo trasladaron al Hospital Regional, tenía un traumatismo severo de cráneo y una perforación pulmonar, que a eso de las 17 del domingo provocarían su deceso.