La Escuela Nº 7729 cumplió seis años y continúan reclamando por un edificio propio

Ahora están reuniendo firmas para lograr que finalmente los cerca de 600 estudiantes que asisten puedan tener un espacio propio o bien uno apto para poder desarrollar sus actividades, considerando que otras instituciones funcionan en el mismo lugar y se presentan complicaciones.

El día de ayer, padres de alumnos de la Escuela Nº 7729 “María Elena Walsh” que funciona en el Ceret, tenían programado un abrazo solidario y movilización, principalmente en reclamo por su edificio propio, pero también en busca de que se habilite otro lugar donde puedan tener clases dado que se torna complejo el panorama, ante la confluencia con otras instituciones.

No obstante, la actividad se suspendió debido a que a las 9 de la mañana los alumnos tuvieron que retirarse por falta de agua, pese a ello otras de las instituciones que funcionan en el mismo lugar sí continuaron con las clases, lo que trajo aun mayor malestar entre la comunidad educativa.

Ante ello, se determinó concretar una junta de firmas para exigir al Estado por las condiciones necesarias para continuar funcionando.

Al respecto, Gabriela Molina, una de las madres, explicó que “la problemática de base es que los chicos no tienen escuela, en realidad están funcionando en las instalaciones del Ceret hace seis años, y nosotros vemos que son demasiadas instituciones funcionando ahí” y añadió que “nuestros chicos están cada vez mas hacinados en las aulas, no tienen ventilación porque es todo vidrio y no se pueden abrir las ventanas de arriba porque están rotas. En febrero tuvimos una reunión con la gente de Provincia y consultamos el tema de la seguridad en la infraestructura, pero nos dijeron que estuviéramos tranquilos y se comprometieron a arreglar el tema de las ventanas para que no estén asfixiados en clases, pero sigue todo igual”.

Asimismo, apuntó que “ahora se suma la institución 812, entonces ya se perdió media escuela porque tampoco se puede usar el aula grande para reuniones de padres que tenemos encuentros por turno, los chicos están la mayoría arriba y las aulas son chiquitas y separadas con paredes de durlock, entonces es como si estuvieran todos en un mismo lugar”.

También, aseveró que “esto es más que nada una cuestión de espacio, nosotros estamos buscando también un lote para de acá a 10 años tener una escuela para nuestros hijos, que tampoco pueden hacer educación física en un espacio y terminan al aire libre, porque el podrán concurrir al Club Huergo recién hasta después de junio, porque Provincia les debe plata” y lamentó que “en medio de toda esta burocracia están nuestros hijos que tienen que ir a gimnasia a la cancha de atletismo en Kilómetro 4, muchas veces con la oscuridad bajar solos, por eso queremos que se habilite un corredor seguro”.

Además, comentó que “esta escuela se inició como una especie de anexo de lo que era el Hipólito Yrigoyen, por el crecimiento de la matrícula y demanda y después ya se estableció el número de escuela y el año pasado el nombre. Son aproximadamente 600 chicos los que asisten, es una escuela secundaria con esa matrícula compartiendo espacio con otras instituciones y termina incomodando a todos, entendemos que es un edificio prestado y que por supuesto pueden funcionar, pero después de tantos años necesitamos visibilizar lo que pasa y que se pueda solucionar”.