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La emocionante historia de una madre que luchó para que el sueño de su hijo se hiciera realidad

lunes 18 de febrero de 2019
La emocionante historia de una madre que luchó para que el sueño de su hijo se hiciera realidad

La prestigiosa fundación dirigida por Eduardo Carnota contará a partir de ahora con un equipo anfibio, para que aquellas personas con problemas motores o personas de la tercera edad puedan navegar en la Ría Deseado o en mar abierto tal como muchos otros deportistas lo hacen en sus kayaks o embarcaciones similares.


Puerto Deseado, (C).- La donación fue realizada por una empresa minera que opera en la zona, luego de la iniciativa presentada por Mónica Vivar, madre de Daniel, un adolescente de 15 años que padece problemas de motricidad tras haber sufrido un accidente automovilístico.

La entrega de la silla anfibia se concretó el último sábado en la sede de la Fundación Conociendo Nuestra Casa en una emotiva ceremonia donde estuvieron presentes Dolores Ansin, referente de la fundación, el superintendente de Relaciones con la Comunidad de Estelar Resourcers  Gastón Berardi, Mónica y su hijo Daniel, y  el fabricante de la silla anfibia, Gustavo D’Angelo, quien arribó a la localidad desde Punta Alta para brindar una capacitación sobre su uso.

En diálogo con Crónica, Gustavo de 47 años contó que tras perder una pierna en un accidente surgió la necesidad de crear junto a su padre la silla Neptuno para que las personas con dificultades motrices puedan flotar en el agua. Actualmente lleva cerca de 150 sillas vendidas en todo el país y el exterior.

Su historia es de superación ya que no se quedó quieto un instante sino que se preocupó por instalar juegos en las plazas de Punta Alta  adaptados para el ascenso y descenso de niños con sin sillas de ruedas.

La historia detrás de la donación

Comenzaba el verano de 2018 y Mónica Vivar y su familia salieron de vacaciones,  fueron a disfrutar unos días en Playa Unión, allí se encontraron con que en esa ciudad chubutense había equipos para personas con dificultades motrices y que Daniel podía también disfrutar del agua. “Fue una alegría enorme ver como Daniel podía volver a chapotear en el mar como tanto le gustaba; ese día llore de emoción al verlo jugar en la silla, y prometí que no iba a parar hasta que en Deseado también pudiéramos contar con una silla anfibia. Y así fue como empecé a mandar muchas cartas a todos lados, instituciones y políticos, pero nadie me respondió hasta después de unos meses me contactaron desde Yamana  Gold y me dijeron que ellos iban a donar la silla pero que tenía que ser también pedida por una institución, y fue entonces que me dirigí a Conociendo Nuestra Casa y la verdad que no dudaron en acoplarse a mi pedido”, contó Mónica.

Por su parte Gastón Berardi sostuvo que si bien la silla será administrada por la Fundación, estará a disposición de todas aquellas personas que la necesiten. “Conociendo Nuestra Casa realiza un intenso y muy productivo trabajo difundiendo las bondades y riquezas de la flora y fauna de Puerto Deseado”, dijo.

Y añadió: “Siempre nos ha sorprendido la capacidad de trabajo y la seriedad de Conociendo Nuestra Casa. Hemos visto con alegría que son muchos los chicos, jóvenes y no tan jóvenes los que participan de sus actividades, entre ellas, el aprovechamiento de esta hermosa ría. Y sabemos que este equipo anfibio permitirá que personas con capacidades especiales, o quienes tengan problemas de motricidad puedan seguir disfrutando de la navegación y del deporte acuático. Quienes trabajamos en Cerro Moro estamos muy felices por poder sumar este equipo y por poder trabajar con Conociendo Nuestra Casa y con el resto de las instituciones de Puerto Deseado”, enfatizó.

 

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