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Escorpiones y arañas: peligros y cuidados

miércoles 16 de enero de 2019
Escorpiones y arañas: peligros y cuidados

El veneno de dos especies de arañas que habitan en la Patagonia implica riesgos para la salud humana. No se registran escorpiones peligrosos.



Con la llegada del calor los insectos comienzan a estar más activos y algunos nos colocan en alerta porque implican un riesgo para la salud humana. Los arácnidos necesitan del veneno que inyectan a sus presas para poder comer porque no poseen mandíbulas, eso los diferencia de los insectos. Entre las arañas peligrosas que se distribuyen en la Patagonia se cuentan la viuda negra (género Latrodectus) y la araña del rincón (género Loxosceles). Entre los escorpiones, que son también arácnidos, de las aproximadamente 60 especies que vivirían en nuestro país, solo dos son consideradas peligrosas. Una de ellas, Tityus trivittatus, habita en las provincias del norte del país como Salta, Jujuy, Misiones y Corrientes pero fue introducida en otras más céntricas como Córdoba y Buenos Aires. En la Patagonia pueden encontrarse cuatro especies pero, a pesar de ser ponzoñosas, ninguna presenta riesgo para la vida de las personas.

“Los escorpiones que son típicos de la estepa patagónica son familia Bothiuride, se trata de una familia que tiene un montón de especies y géneros adaptados a vivir en climas áridos pero ninguna de esas especies es ponzoñosa, quiere decir que la picadura de ninguna de ellas es peligrosa para la salud humana”, explicó el investigador asistente del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC-CONICET), Germán Cheli.

De los escorpiones del género Tityus, el 99% de los casos están presentes solo en ambientes urbanos, no están presentes en ambientes silvestres. Son animales antrópicos, aprovechan los recursos que el hombre en las ciudades les brinda, como refugio y comida. Es frecuente encontrarlos en lugares oscuros y húmedos como alcantarillas y estaciones de subte.



En todo el país no hay registro de un macho de esta especie, esta particularidad se da porque la hembra se reproduce partenogenéticamente, lo que quiere decir que puede reproducirse sin la presencia de un macho. “Esta es una estrategia que usan algunos insectos, también la utilizan los pulgones, para aumentar la densidad poblacional cuando hay pocos ejemplares en un ambiente o las condiciones son muy propicias.

Entonces las hembras producen una división particular de las gametas que les permite tener descendencia sin la presencia de un macho”, explicó.

Según el investigador esta estrategia podría haber facilitado la expansión de la especie hasta lugares en los que no se pensaba que podía llegar porque no presentaban las condiciones propicias para que se instalen. “En cualquier ambiente seminatural de Chubut extraandino este escorpión no podría vivir, debería ser en un ambiente urbano donde encuentre las condiciones microclimáticas adecuadas, un ambiente con más calor y humedad”.

Muchas especies se trasladan de una región a otra accidentalmente en el transporte urbano, equipaje o camiones. Por ejemplo en Chubut hay reportes de tres especies de vinchucas del norte del país que los investigadores sospechan que llegaron a la provincia con la leña. Cheli también adelantó que se encuentran trabajando en la identificación de una segunda especie de viuda negra que antes se registraba hasta Neuquén y que podría encontrarse en Puerto Madryn.

Mientras que la picadura de los escorpiones que habitan en la Patagonia no causa mayor perjuicio que la de una abeja; la picadura de una viuda negra, de la araña del rincón o yarará ñata, sí pueden ser mortales. Por eso los hospitales cuentan con sueros específicos para el tratamiento de sus picaduras.

La viuda negra al igual que los escorpiones de la familia Tityus tienen un veneno neurotóxico que afecta el sistema nervioso central. Entre los síntomas se cuenta la fiebre, taquicardia, hormigueo en los miembros posteriores. Ninguno de los dos deja marca cutánea al picar.

En cambio la loxosceles deja una hematoma cutáneo muy grande que se llena de pus, denominada placa marmórea, que permite diagnosticar el cuadro con más celeridad. En pocos casos el cuadro puede derivar en una fase visceral que produce hemorragias internas y daños en el riñón e hígado. “Durante las primeras seis horas la picadura es asintomática.

Lo que tiene que hacer la gente es agarrar el ejemplar que lo picó, no importa que lo mate pero sí llevarlo a la guardia. En caso de cualquier picadura se debe acudir a la guardia.

En caso de no poder llevar al ejemplar, se deben esperar seis horas a que los síntomas se instalen y, una vez instalado, realizar el diagnóstico para poder medicar. Si se cuenta con el ejemplar que picó, los síntomas se minimizan por la acción del suero que puede colocarse antes de la aparición de los sintomas.

Dónde viven?

La leuxosceles se encuentra en el ámbito doméstico, lugares precarios, sucios, calientes y oscuros, como puede ser un galpón, taller mecánico, un sótano. La viuda negra habita afuera de las casas porque necesita sol. Si se las encuentra dentro de la casa es porque justo fueron encontradas en momento de dispersión, dentro de las casas no pueden establecerse.

En nuestra región, estos arácnidos son generalistas. La viuda negra es oportunista, caza con su tela irregular.

El escorpión caza al acecho con sus pinzas, cuanto más veneno tienen, más delgadas son las pinzas. Si tiene las pinzas gordas es porque necesita mucha musculatura para cazar a sus presas, por lo tanto su veneno es menos agresivo. La leuxosceles caza al acecho y elabora una tela en forma de embudo muy pegajosa que sirve para diagnosticar su presencia.

El escorpión puede vivir hasta los tres años y la leuxosceles hasta los tres años y medio, aunque en invierno su actividad decrece. La viuda negra nace en verano y muere con los primeros fríos del otoño.

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