sábado 20 de abril de 2024
11.9ºc Comodoro Rivadavia

María Marta Luna, la emprendedora detrás de Maruluna Diseño Tejido

martes 18 de diciembre de 2018
María Marta Luna, la emprendedora detrás de Maruluna Diseño Tejido

Descubrimos a María Marta Luna en el último Festival de Diseño que tuvo lugar el fin de semana pasado en el Centro Cultural. Era difícil no detenerse a mirar un stand casi escenográfico. La cita para la entrevista se combinó para la siguiente semana en su taller.



El taller funciona en su casa y un cartel que indica "prohibido entrar con zapatos". Ella misma abre la puerta -dice que hará una excepción a la regla-. El taller tiene una larga mesa, mucha luz natural, una rueca, dos telares y todo tipo de lanas, fieltros, botones e infinitos materiales de colores difíciles de llamar por su nombre.

María Marta estudió tres años Diseño Gráfico, pintó remeras a mano y hasta tuvo su propio local en el centro de la ciudad donde sublimaba tazas. Le iba tan bien que perdió el eje. Un día cerró el local y se entregó por completo al tejido.

Acerca de ella y su formación como tejedora

Nació y vivió prácticamente toda su vida en Puerto Deseado. Allí aprendió a tejer a crochet gracias a la bisabuela de sus hijas, la señora Ñata Gamarra. "Mientras yo cuidaba a mi bebé, tejíamos todo el día. Lo hacíamos de modo antiguo, con hilos importados de Francia, los cuales aún conservo. Y a tejer dos agujas me enseñó de muy chica tía Maruja Sarchi y mi abuela Martilde".

Luego continuó capacitándose comprando libros en Argentina, en Europa y en EEUU. "Si realmente algo me interesa no tengo fronteras. También compro libros en pdf, tengo revistas e investigo mucho. Soy un poco autodidacta y curiosa, eso me mantiene a mil porque estoy siempre en la búsqueda de algo más. Uso todas estas herramientas que tengo para crear mis personajes o mis accesorios. Lo más importante es que esto para mí es una pasión, aunque pase el tiempo no me cansa, no me aburre y lo disfruto. Amo lo que hago, ese para mí es el secreto de un emprendedor".

Etapa local comercial

En el año 2011 se radicó en Comodoro Rivadavia y abrió un local en una conocida galería del centro de la ciudad. "En el local vendía remeras y objetos de diseño. Un día se me ocurre agregar a las tazas que estaban ploteadas un detalle en crochet. Metí un búho tejido adentro de la taza y fue impresionante. Me di cuenta que la gente empezó a comprar las tazas por el búho. Así incorporé tejidos a mi local. Un día me encontré sola tejiendo, sublimando, haciendo estampados y diseñando. Llegaba a tener cola en la puerta y cien tazas por sublimar. No pude más y tomé la decisión de cerrarlo". Decidió que quería una vida más tranquila y dedicarse de lleno al tejido.

"Todo comenzó en esta ciudad, acá pude mostrarme y meterme en el mundo de las ferias. Fiscalicé como artesana y luego como diseñadora para participar del festival de diseño del año 2015. Realmente esta ciudad me abrió todas las puertas".

Su emprendimiento: Maruluna Diseño Tejido

Maruluna se trata de personalizar regalos de hacerlos especiales. Yo digo que son cosas lindas hechas con mucho pero mucho amor. En Maruluna podés encontrar desde objetos para decorar el hogar, hasta utilitarios y sobre todo muñecos. Muñecos de apego, juguetes, deco infantil y gurumis (muñecos en miniatura).

También la contratan mujeres embarazadas para que vista la habitación del futuro bebé. "Es una de las cosas que más me gusta, lo hago con pasión. Diseño exclusivamente pensando en esa habitación y después me mandan fotos del bebé en su espacio. Lo disfruto mucho".



"El Adriano" y "La Matilde"

El Adriano y la Matilde son sus abuelos -ciudadanos emblemáticos de Puerto Deseado- y a la vez son dos conejos hechos en crochet y el alma de su emprendimiento.
Le llevó cerca de tres años lograr un patrón que la deje satisfecha. Después de varios cuadernos borradores solo uno tiene la fórmula secreta de esa pareja de conejos que no deja de cautivar y cosechar clientes. Todos quieren llevarse a su casa un Adriano y una Matilde.

"Imaginate en Puerto Deseado la gente me compra La Matilde y El Adriano por mis abuelos. Todos compran el par, quieren la pareja. "Yo estoy lucrando con mis abuelos -risas- es que realmente eran famosos. Primeros habitantes de Deseado, mi abuelo nació en 1912. Arquitecto de casi todas las casas más antiguas y mi mamá docente. Fue la maestra de casi toda la población".

En la última feria hizo una edición limitada de Adrianos y Matildes con cuerpos de fruta, los vendió a todos.

La complejidad detrás del producto

Explica que cuando se trata de un emprendimiento se necesita crear patrones para que sean réplicas exactas. Los patrones hablan de cantidades numéricas de puntos y bordados y de medidas exactas.

También trabaja con exigentes normas de seguridad: "El punto es uno solo en crochet. El tema es como lo usas, como lo trabajas. Es muy importante el ensamble, el cuerpo y las orejas. El armado no es así nomás. Sus ojos tienen que quedar de una manera que uno sienta que te miran, y además que sea prácticamente imposible que un niño pueda sacar una pieza y tragarla".

"Ahora tengo otra obsesión, de lograr gurumies (pequeños muñecos en miniatura) sin levantar la aguja. Entonces pienso por ejemplo en cómo hacer las patitas para no hacerlas aparte y así economizar movimientos".

Teje a crochet, a dos agujas, hace telar, hila y tiñe.  "Ahora estoy muy metida en hacer hilo con rueca. Compro lana cruda y la hilo. Estoy cursando para ser hilandera y hacer teñido de lana en la escuela profesional Nº 652. Tenés que capacitarte continuamente, no te podés estancar".

Cursos y talleres. Su faceta docente

Da cursos y talleres de crochet y de bordado estilo mexicano. También en el invierno implementó el tejido de "lana gorda" o "lana XXL". Ahora está por iniciar uno de bordado 3 D.

"Me gusta enseñar. Soy muy apasionada. Es muy difícil seguirme y si no está bien hay que desarmar. Soy pesada pero yo enseño todo. No me guardo nada, comparto tips que desarrollé mediante años de búsqueda y secretos muy preciados. Yo doy el 100 por 100 a mis alumnas, excepto el patrón de Adriano y Matilde. Y quien me sigue el ritmo sigue viniendo y la que no, no regresa más".

Da clases desde hace un poco más de un año y en tan poco tiempo cuenta que se generó un grupo humano maravilloso. "Hemos pasado de la risa al llanto. Cuando fueron las inundaciones cobijé a varias de ellas e hicimos tareas solidarias. Y otro día hago lo que yo llamo una crocheteada fest, junto todos los turnos y la pasamos hermoso".

"Acá vienen personas que nunca tomaron una aguja, ni de crochet ni de coser ni nada. Y terminan haciendo cosas hermosas ellas solas. Dimos un seminario donde unimos el crochet, el tejido y el corte y confección. Cada una de las alumnas terminó la clase con un neceser. En octubre voy a dar una técnica de madera con pintura y bordado y cada una armará su propio cuadro".

Cada dos meses viaja a Puerto deseado donde la espera un grupo de niñas crocheteras que tienen entre 8 y 12 años. "Son mis fanáticas número uno. Llego a estar un finde largo trabajando desde las 9 de la mañana hasta las 10 de la noche".

Tejer siempre tejer

Hace años que no tengo un día entero para descansar. Las manos le duelen pero no puedo dejar de hacerlo. Hago ejercicios continuamente para paliar el dolor. Si estoy mucho tiempo sin tejer lo extraño. Para este último Festival de Diseño la última semana creo que estuve tejiendo desde las 6 am hasta la 1 am del otro día. Y a medida que tejo voy pensando en nuevos diseños.

Contacto:
Facebook: Maruluna Diseño tejido
Mail: [email protected]
Instagram: _maruluna
Celular: 297- 439-4393

Entrevista realizada por Empresas + Negocios en septiembre del año 2017.

Te puede interesar
Últimas noticias