Según Caputo, la tasa del 60% es “de crisis”, para el corto plazo

El titular del Central explicó cuál es su postura sobre la intervención de la entidad en el precio del dólar. Afirmó que el FMI escucha.

El presidente del Banco Central, Luis Caputo, señaló que la tasa de 60% es de corto plazo, "de crisis o de tormenta", y que se trata de un arma con la que el gobierno nacional cuenta para enfrentar esta coyuntura. Pero reconoció que no será la de mediano y largo plazo, y que tampoco tiene que ser, necesariamente, referencia para los créditos de un año.

La participación de Caputo en la convención anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas en Mendoza estaba prevista para el jueves, pero se movió a la mañana de ayer. El funcionario fue entrevistado por el periodista José del Río, quien también recibió preguntas del público. En este marco sostuvo que se pueden esperar menos saltos en el tipo de cambio y aseguró que “el país se está encaminando a una situación de mucha más calma en el mercado cambiario”, en los bonos y en la bolsa.

Asimismo, planteó que hay mucha exageración en los mercados y que no se debe perder la mirada de largo plazo y tener en cuenta que “el año que viene se logrará el equilibrio fiscal y habrá un tipo de cambio competitivo”, con términos de intercambio por encima de los de 2003.

¿Qué hacer con el dólar?

En cuanto a cómo intervino la entidad en la corrida cambiaria de los últimos días, argumentó que hay quienes consideran que se debe fijar un precio del dólar, algo que no es viable con el nivel de inflación actual y el impacto de la coyuntura externa e interna; mientras otros opinan que tiene que flotar y encontrar su propio equilibrio, lo que asusta a la gente e incide en otras variables. "No adhiero a ninguna de las dos", lanzó.

Pero sostuvo que si bien el Fondo Monetario tiene sus reglas, cuando se le plantea que cierta estrategia no es la más adecuada en un momento, escuchan. En este sentido, Caputo explicó que las subastas de dólares que lograron frenar la suba de la moneda norteamericana en julio, no eran la mejor herramienta para el escenario de los últimas dos semanas, con un mercado mucho más disfuncional. Asimismo, resaltó que el jueves el dólar encontró, sin intervención del Banco Central, un punto de equilibrio 10% por debajo del jueves anterior.

El funcionario comentó que la inflación se irá acercando a los niveles de otros países pero que no hay que esperar que el año que viene sea de un dígito, por la inercia inflacionaria, el traslado a los precios de la devaluación y el impacto en las tarifas. Sin embargo, aseveró que cuando se alcance el equilibrio fiscal y el Banco Central deje de financiar al Tesoro, se frenará el ritmo inflacionario.

Caputo señaló que sabían que sostener la gradualidad podía resultar complicado y que se combinó un shock externo con otros internos, como la sequía y el "escándalo de los cuadernos", que calificó de muy bueno porque implica un cambio de paradigma en la política nacional, pero que también frenó numerosas inversiones.

El presidente del Banco Central expresó que el lunes pasado llevaron un programa monetario y cambiario al FMI y si bien manifestó que no podía dar detalles porque es confidencial, expresó que había tenido muy buena aceptación. También comentó que el sábado participará de una reunión de titulares de bancos centrales en Brasil y que presentará la propuesta de que las entidades de los países desarrollados puedan destinar 2% de sus reservas a bonos de países emergentes que tengan un programa con el Fondo.

Consultado sobre cómo había vivido la volatilidad de la semana pasada, respondió que había sido muy duro. "Lo sufrimos más que nadie. Es terrible estar de este lado y sentir que te falta y te falta para que la gente esté mejor", manifestó. Pero resaltó que los mercados se van a recuperar rápidamente, aunque la mejora de la economía va a ser un poco más lenta.