Los perros lo habrían desmembrado cuando aún estaba con vida

Esta es la primera impresión que tuvo el equipo médico forense que participó de la autopsia efectuada al cuerpo de quien sería Antonio Quiroga (44).

Es que en el examen efectuado se podía ver que hubo un infiltrado hemático, transferencia de sangre hacia los tejidos, algo que solo puede producirse cuando la persona está con vida y el corazón sigue latiendo.

Al respecto el funcionario de Fiscalía que intervino en las primeras horas en esta causa, Cristian Olazábal, le explicó a Crónica que el cuerpo del infortunado hombre permanecerá en el cementerio como NN porque aún no fue identificado. “Al no tener las extremidades no podemos cotejar huellas. En general está muy degradado y si bien algunos familiares lo identificaron por las prendas que tenía, eso no es suficiente. No tiene tatuajes, ni marcas o señas particulares que los familiares pudieran reconocer, lo que todo resulta más difícil”.

En cuanto a la causa de muerte el fiscal dijo que “aún no se pudo determinar” y que se esperan los exámenes anatomopatológicos que pueden demorar hasta 20 días para saber con exactitud cuál fue la causa de muerte. Este examen también confirmará si las lesiones y desgarros causados por los perros fueron producidas antes o después de la muerte. Por el momento el infiltrado hemático en los tejidos indicaría que se produjeron mientras el hombre aún estaba con vida.

Tal como este medio lo informó en la edición anterior, temprano en la mañana del miércoles un vecino encontró el cuerpo de un hombre en inmediaciones de la calle Ricardo Torá, al borde del Cordón Forestal, muy cerca de un zanjón.

Estaba parcialmente comido por los perros que le arrancaron los brazos y manos, el cuello y parte de la cara y la cabeza, lo que hacía imposible poder reconocerlo. En el lugar había marcas de arrastre efectuadas por el accionar de los animales que se disputaban el cadáver.