En allanamiento en las 1008, secuestraron un arma, dos cargadores y municiones

El procedimiento fue ordenado por el juez penal Alejandro Soñis a pedido del fiscal general Héctor Iturrioz que lleva adelante la investigación del tiroteo que tuvo lugar el pasado 24 de septiembre en el estacionamiento de Carrefour ubicado en la intersección de las avenidas Polonia y Lisandro de la Torre.

En la mañana de ayer, personal de la Brigada de Investigaciones, comandados por los jefes Andrés García y Pablo Lobos, allanaron el departamento “L” del edificio 95 del barrio 30 de Octubre, lugar donde vive un hombre identificado como Moisés Hernández. En el lugar encontraron una pistola calibre 9 mm marca Bersa que estaba en su estuche, dos cargadores y 17 municiones que fueron secuestrados.

El tiroteo en el estacionamiento de Carrefour se produjo luego de que los protagonistas discutieran en el interior del local comercial y se invitaran a salir afuera. Allí los dos hombres, posteriormente identificados como Andrés Palomo y Brandon Silva, se habrían atacado a tiros por un problema anterior irresuelto, llevando la peor parte Palomo que resulto herido por un disparo.

Armas en alquiler o prestadas

De la investigación, que a partir de ese momento hizo la Fiscalía, se desprende que el arma que se utilizó en ese ataque -y que nunca fue encontrada- habría sido proporcionada por una persona a quien se conoce en el ambiente como”Moisés” y que prestaría o alquilaría armas. Esta persona habría prestado el arma al atacante, según dijo un testigo.

Con estos datos, el fiscal Héctor Iturrioz solicitó una orden de allanamiento para el domicilio de esta persona, que fue otorgada por el juez Soñis.

Lo llamativo en esta investigación es que la persona mencionada, Moisés Hernández, tiene registradas a su nombre seis armas “según confirmó Fiscalía- pero en la mañana de ayer cuando la Brigada allanó su domicilio solo encontraron una, faltando las otras cinco armas a su nombre. Esta situación irregular determina que ahora Hernández deberá responder ante sede administrativa dónde están las otras armas registradas a su nombre. Porque una de las condiciones básicas para la tenencia de armas es que la persona debe tenerlas bajo su custodia, algo que en este caso no estaría sucediendo. Tampoco las habría denunciado como extraviadas o robadas.

Así las cosas, luego del secuestro de ayer, el arma fue remitida a Criminalística para un peritaje que determinará si se trata del arma utilizada en el ataque a tiros perpetrado en el mencionado establecimiento.

Un testigo presencial del hecho le relató a Crónica que todo comenzó con una pelea de los dos hombres en el interior del supermercado. Desde la Unidad Regional informaron que en el local se encontraron Andrés Palomo, que se acompañaba de su mamá, y Brandon Silva junto a su novia. Cabe mencionar que ambos tienen profundas diferencias que aparentemente, al cruzarse, salieron a la luz. También hubo una discusión entre las mujeres y una habría sacado un cuchillo con el que amedrentó a la otra. Este fue el primer encontronazo, pero no fue el único. Los testigos dijeron que los hombres se invitaron a salir afuera y así lo hicieron, seguidos de las mujeres.

Aparentemente, Palomo fue hasta su camioneta Chevrolet S-10 de color gris. Lo que pasó en ese momento todavía no se pudo establecer, lo cierto es que se escucharon varios disparos y el conductor de la S-10 bajó y cayó al suelo herido de bala.

Rápidamente algunos de los presentes llamaron a la policía y poco después llegaban varios móviles de distintas comisarías. Finalmente, en el lugar se hicieron cargo los efectivos de la Seccional Sexta que con carros de compra restringieron el paso de los clientes, preservando la escena del hecho. En el lugar se podían ver varias vainas servidas de 9 mm que luego fueron levantadas tras las pericias del personal de Criminalística. También había dos grandes manchas de sangre, muy cerca de la puerta de acceso al local.

Cuando la policía llegó, ya el herido había sido trasladado en la misma camioneta por sus familiares y había ingresado a la Guardia, mientras que Brandon Silva se habría dado a la fuga, quedando allí la mujer que lo acompañaba. En el Hospital los familiares del herido aguardaban noticias sobre el estado del hombre que era sometido a una urgente intervención.

La Unidad Regional informaba, en ese entonces, que en principio se había demorado a la novia de Silva, que permaneció en el estacionamiento al llegar la policía, pero que posteriormente fue entregada a su madre por su condición de menor de edad.